La devolución de los depósitos del 'corralito' arranca con una depreciación del peso
Unos 700.000 ahorradores argentinos tienen, desde ayer, la posibilidad de recuperar buena parte de sus depósitos atrapados en el sistema financiero, una medida con la que se pretende devolver a la normalidad el funcionamiento del sistema bancario. Esta apertura parcial del corralito alcanza al 65% del total de los depósitos a plazo.
El tope legal para la devolución de los depósitos se fijó en 7.000 pesos (1.898 euros) pero algunos bancos han elevado voluntariamente ese techo a 10.000 pesos (2.712 euros). En la primera jornada de apertura, los bancos notificaron la absoluta normalidad en su funcionamiento. El miedo a los robos ha desanimado grandes retiradas de fondos, pero los que lo han hecho se han ido a comprar dólares. De hecho, el Gobierno rebajó ayer la cotización oficial del peso de 3,62 unidades por dólar a 3,7 y muchos analistas temen que esta depreciación se acentúe en los próximos días, al hilo de la crisis brasileña y la retirada progresiva de los depósitos bancarios.
Pero nada era capaz de empañar ayer el renovado optimismo del Gobierno de Buenos Aires respecto a las posibilidades de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo apuesta ahora por un programa 'transitorio', según el negociador del Fondo para América Latina, Anoop Singh, de entre seis y doce meses centrado en buscar la estabilidad macroeconómica a través de medidas fiscales y monetarias. Ese acuerdo puente, en palabras del titular de Economía, Roberto Lavagna, permitiría la reanudación de la ayuda suspendida el pasado diciembre y que acabó con la declaración de la suspensión de pagos de la deuda privada.
El objetivo, con este plan, no es otro que evitar que el Gobierno de Eduardo Duhalde incumpla los vencimientos de su deuda con los organismos internacionales y dejar para el próximo Gobierno que salga de las elecciones de marzo de 2003 la negociación de un acuerdo más amplio que establezca estrictas metas macroeconómicas y monetarias a las que supeditar la ayuda.