_
_
_
_
_
Directivos

El presidente de Uralita abandona la empresa en plena opa hostil

Uralita vivió ayer una nueva jornada de sobresalto. El presidente de Uralita anunció de forma inesperada su dimisión alegando razones de edad. Juan Miguel Antoñanzas cumple la semana próxima 70 años, edad que, según el reglamento del consejo, conduce al cese automático en este órgano representativo.

La dimisión del presidente sobresaltó a los mercados al coincidir con la oferta pública hostil de compra lanzada por la familia Serratosa, pendiente de ser aprobada por la CNMV. Nadie esperaba que el presidente dejara la compañía en un momento en el que el consejo, con el apoyo de JP Morgan, Nmás1 y el despacho de abogados Ramón & Cajal, prepara una estrategia defensiva que al menos permita mejorar la propuesta de la familia Serratosa.

Antoñanzas explicó en rueda de prensa que su salida 'no tiene nada que ver con la citada oferta ni con la futura venta de Aragonesas', la filial química del grupo de la que quiere desprenderse hace tiempo.

El presidente saliente justifica su decisión en las citadas exigencias del reglamento de la empresa, instaurado cuando él accedió al cargo hace ahora cuatro años.

Otras fuentes consideran que el consejo y el propio Antoñanzas han considerado adecuado el puntual cumplimiento del reglamento en materia de edad ante la previsible larga duración del proceso de defensa de la opa.

Respecto al efecto que pueda tener su salida entre los pequeños accionistas a la hora de decidir si acuden o no a la opa, el ya ex presidente considera que no lo habrá, ya que 'su referencia será el precio ofrecido'.

El consejo designó a Manuel Masnou como nuevo presidente. æpermil;ste conservará a la vez el cargo de consejero delegado, ya que según Antoñanzas 'es el profesional más completo de la dirección del grupo', lo que supone, a su juicio, la mayor garantía de continuidad de las operaciones y la estrategia de la empresa al ser el 'promotor' de éstas.

Esta compatibilidad de funciones contradice el reglamento del consejo de administración, que define expresamente los dos cargos y sus funciones respectivas.

Masnou, que ocupa el cargo de consejero delegado del grupo desde hace cinco años, indicó que su responsabilidad ahora como principal mandatario es desarrollar con éxito el potencial acumulado por Uralita, ya que, según su opinión, el grupo se encuentra, tras la compra de la división de aislantes para la construcción de la alemana Pfleiderer, en un momento idóneo para 'dar un gran salto'.

Las cajas aumentan su poder

La salida de Antoñanzas del consejo de administración de Uralita ha provocado un cambio en la relación de fuerzas en este órgano, en el que ganan peso las diversas cajas que están presentes en el accionariado. Previamente, las entidades financieras han ido elevando su presencia en el capital. El ex presidente desveló ayer que este grupo de inversores controla ya casi el 24% del capital de la sociedad. El puesto del hasta ahora presidente, cuyo cargo se fusiona con el de consejero delegado, será ocupado por la Caja de Ahorros de Badajoz. De este modo, las entidades financieras presentes en Uralita (Caja Duero, El Monte, Caja Murcia y Caja de Badajoz, entre otras) pasan a controlar tres de los once puestos del consejo. Dos quedan en manos de los directivos y seis son representantes independientes. Antoñanzas detalló también que Royal Bank of Scotland y Scottish Widows dejaron de ser accionistas de la sociedad hace cuatro años, aunque todavía aparecen como tales en la base de datos de la CNMV. La familia Serratosa controla el 4,7% del capital antes de la opa.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_