El FMI avisa a Argentina que la falta de acuerdo tendrá 'serias consecuencias'
El ministro de Economía argentino se montó en el avión el miércoles para acudir a la cita del FMI diciendo que si no se llega a un acuerdo con las instituciones prestatarias de Washington 'no será el fin del mundo'. La subdirectora del Fondo señaló ayer que habrá serias consecuencias si no se llega a ese acuerdo.
'Si no llegamos a un acuerdo habrá ciertos programas del Banco Mundial y del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) que tendrán que cesar, y eso es grave porque están financiando parte de la estabilidad del tejido social del país y estamos muy preocupados', dijo Krueger. Haciéndose eco de sus palabras, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, señaló horas más tarde que 'tendremos que reexaminar nuestra situación si no se hace frente a la deuda'.
La deuda de Argentina con los organismos internacionales suma 32.000 millones de dólares (una cifra similar en euros). El 9 de octubre vence un pago de 250 millones con el Banco Mundial y Lavagna quiere una moratoria de un mes porque no son los únicos créditos que vencen este mes. Al hacer frente a la deuda con las reservas del Banco Central, que es lo que está haciendo hasta ahora, Argentina está perdiendo capacidad de intervención monetaria, informa Ángel Jozami.
Mientras, el FMI sigue manteniendo una visión más positiva de Brasil, que el próximo 6 de octubre elegirá un nuevo presidente.
A pesar de que los mercados han recibido negativamente que el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, sea el favorito para ganar las elecciones, desde el FMI se quiere transmitir una tranquilidad que no ha cuajado pues ayer el real volvió a registrar una depreciación del 3%. En círculos financieros, se especulaba con que el Banco Central no pueda pagar la deuda que vence el martes.
El director del FMI, Horst Köhler, dijo ayer que ya se contaba con esta volatilidad 'por el efecto de la campaña'. 'La deuda de Brasil es alta, pero el potencial de Brasil en términos de crecimiento y productividad permiten pensar en una situación sostenible', dijo. Y remarcó que Lula 'ha dejado claro que apoya los elementos centrales del programa con Brasil'.
El protagonismo de la seguridad en Washington
Los ataques del 11 de septiembre supusieron una suerte de moratoria en la protesta de los antiglobalización en la medida en que las manifestaciones callejeras ante las cumbres, como la que se celebra en Washington el fin de semana, fueron conducidas de forma más calma y bajo fuertes medidas de seguridad. Pero éstas no se ha relajado. Unos 3.200 policías vigilarán las dos manifestaciones previstas para el sábado y en las que se espera participen unas 20.000 personas. Algunos manifestantes han dicho que quieren renovar pacíficamente el mensaje antiglobalización, pero también el antibélico, que tan matizado quedó tras los ataques terroristas. En 2000 una manifestación con este objetivo se saldó con cientos de arrestos. Las calles donde están los edificios del FMI y el Banco Mundial se cerrarán, y en las instalaciones del Fondo ya se ha extremado la seguridad hasta el punto de que los periodistas han de informar a los vigilantes de su intención de ir al aseo cercano a la sala de prensa.