La Bolsa rompe la racha de nueve pérdidas consecutivas con un alza del 1,05%
La secuencia de nueve caídas consecutivas desarrollada por la Bolsa española hasta el cierre del martes tiene precedentes escasos en la historia reciente de los mercados. Por ello, la reacción al alza se antoja, ante todo, lógica, porque nunca los movimientos en los mercados son unidireccionales, bien sean al alza, bien a la baja, como ahora.
El Ibex rompió la racha de caídas con un alza del 1,05%. La subida dejó un sabor agridulce. Para algunos, el alza supo a poco porque la ganancia llegó a ser del 2,8% en el mejor momento del día. Desde una óptica más optimista, la mejora fue un alivio, ya que minutos antes del cierre el índice se había situado en negativo e hizo pensar en otra jornada de pérdidas. El volumen de negocio fue de 1.884 millones. El resto de mercados europeos tuvo un comportamiento similar. Los avances de primera hora se moderaron conforme se acercaba el cierre. París sumó un 1,55%, aunque llegó a ganar casi el 4% en el mejor momento. Londres subió el 0,39% y Francfort, el 3,11%.
En el terreno de resultados empresariales, hubo anuncios dispares. General Electric, United Technologies, International Paper y la tecnológica RF Microdevices tranquilizaron a los inversores después de confirmar o incluso mejorar las previsiones. Sin embargo, las europeas Bic y Dassault Systèmes reconocieron que sus cuentas no alcanzarán las expectativas.
En el mercado español destacaron alzas de la banca tras varios días de fuertes caídas. BBVA ganó un 1,89% y Popular, el 2,19%. SCH, por contra, cedió el 0,2%. Repsol, con un avance del 3,99%, y Telefónica, un 1,42%, contribuyeron a la mejora del índice.
Coyuntura y dividendos
Inversores, operadores y analistas miran con especial atención los últimos datos económicos. El resultado de la encuesta IFO alemán de septiembre divulgada ayer registró una caída hasta 88,2, el nivel más bajo desde enero. El desglose presenta una situación similar a la de los últimos meses, con caídas en las expectativas, pero con una mínima recuperación en la situación actual. El descenso de las expectativas lleva este índice por debajo de 100, por primera vez desde principios de año. La situación actual se mantiene en 77,5, no muy lejos del nivel de inicio de año.
La lectura de este indicador es negativa, porque presenta un escenario de estancamiento económico en Alemania, coherente con las previsiones que comienzan a airearse de un crecimiento inferior al 0,4 % durante el año.
La situación entronca con el comunicado final de la Reserva Federal de Estados Unidos, divulgado el martes, al advertir que el principal foco de atención ahora es el riesgo de debilidad económica.
Los analistas señalaban ayer en sus informes de estrategia que la Reserva Federal alude por primera vez al riesgo geopolítico como una amenaza al crecimiento.
Otro de los asuntos que resaltan los expertos es la premura con que actúan grandes valores de la Bolsa respecto a su política tradicional de dividendos. Endesa lleva dos semanas lanzando mensajes al mercado, pero fue ayer cuando recibió el mayor aplauso tras anunciar el pago en enero del mismo dividendo a cuenta del año pasado. BBVA hizo ayer lo mismo. Los analistas se muestran muy cautos, sin embargo, con estos anuncios y recuerdan el caso reciente de Repsol.
Los bonos siguen en mínimos entre el escepticismo de los expertos
Los mercados de deuda han vuelto a marcar mínimos de rentabilidad, dentro de un ambiente de creciente escepticismo entre los analistas y gestores, al considerar que no son sostenibles en el tiempo niveles de tipos del 3,6 % en 10 años, que es la referencia actual del bono estadounidense.
Niveles de rentabilidad tan bajos no se daban en Estados Unidos desde mediados de los años cincuenta, asunto que llama más aún la atención de los expertos, por cuanto la situación económica actual no es comparable, ni por contenidos ni por continente, con la de entonces.
La rentabilidad de los bonos a 10 años en Europa sigue por los mismos derroteros debido al agolpamiento del dinero en estos activos por la debilidad de las Bolsas. El de referencia español a 10 años se sitúa en el 4,50%.
Existen teóricos, no obstante, que argumentan que en Japón llevan mucho tiempo con rentabilidades del 2 % en ese plazo y no pasa nada. La diferencia es que en Japón uno de los problemas, además de la quiebra del sector financiero, es la deflación, frente a la inflación en el resto de los países industrializados. Los expertos consideran que la inflación no es un problema a tener en cuenta en el futuro de manera especial, aunque alertan del impacto negativo que sobre los precios tendrá el alza continuada de los precios del petróleo.
Sí tienen claro, al menos por ahora, que las especulaciones sobre una posible entrada de la economía en la deflación son eso, especulaciones.