La técnica de recomprar los futuros
Que la Bolsa está en manos de los bajistas es algo que tienen asumido quienes están dentro y fuera del mercado. Que la multiplicación de productos financieros y estrategias vinculadas a los índices permiten sacar buen provecho tanto de las alzas como de las bajas es más complicado de entender para quienes acaban de incorporarse a los mercados de valores.
Es la fuerte presión bajista que han ejercido en los tres últimos meses los operadores y estrategas con derivados la que promociona ahora, precisamente, la recuperación, aunque sólo sea técnica, de las Bolsas.
Los observadores han insistido en la debilidad de los volúmenes de negocio que ha acompañado al hundimiento de los mercados. æpermil;ste, por tanto, se ha producido por la actuación de otras fuerzas diferentes a las clásicas. O lo que es lo mismo, no se ha visto escenas especiales de pánico vendedor, porque éstas habrían supuesto fuertes aumentos en los niveles de negociación. Han sido los movimientos de los futuros, por tanto, los impulsores del fenómeno.
Los procesos en la Bolsa nunca son unidireccionales. Las alzas se combinan siempre con escalones y las caídas con recuperaciones súbitas a las que luego siguen nuevas bajas. Dientes de sierra que apuntaban antaño los clásicos.
El tobogán de alzas y bajas que se observó en agosto de manera ininterrumpida obedeció al cruce de posiciones entre alcistas y bajistas con futuros. La especial agitación que se dio ayer en los índices durante gran parte del día estuvo soportada, ante todo, por la recompra de futuros, de posiciones cortas que se dice en el argot.
Esta reacción no significa, a ojos de los expertos, el inicio de una recuperación vigorosa al alza. Es un alto en el camino, la realización de beneficios de quienes han mantenido futuros vendidos, porque los índices ya han sido muy vapuleados en pocos días.