El rechazo de Irak a más resoluciones lleva el precio del crudo a 29,2 dólares
La incertidumbre que pesa sobre el mercado del petróleo provocó ayer una nueva subida de la cotización. En Londres, el brent se encareció cerca de un 2,5% y se situó en 29,2 dólares. En EE UU, el aumento del West Texas fue del 4% y el barril se aproxima ya a los 32 dólares. La confluencia de varios factores alimentó los precios: el nuevo desafío iraquí; el asedio israelí al cuartel general del presidente palestino, Yasir Arafat; las nuevas reticencias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a incrementar su suministro de crudo, y el huracán Isidoro, que ha afectado al golfo de México, interrumpiendo el normal suministro de crudo a EE UU.
Las expectativas de guerra cobraron ayer más fuerza cuando el Gobierno de Bagdad calificó de ¢perversas¢ las maniobras de EE UU para forzar a la ONU a que apruebe una resolución más dura contra Irak. El presidente estadounidense, George Bush, advirtió ayer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de que debe endurecer su postura respecto a Irak, o correrá el riesgo de convertirse en un ¢simple club de debate¢.
El vicepresidente iraquí, Yasin Ramadan, también cuestionó ayer el papel de la ONU y afirmó que esta organización ¢no debería ser una plataforma para lanzar una agresión¢ contra Irak. El Gobierno iraquí señaló el pasado fin de semana que no aceptará ninguna resolución de la ONU que afecte al regreso de inspectores de armas, expulsados del país a finales de diciembre de 1998, acusados de espionaje por Bagdad.
Matización de Rusia
El ministro ruso de Defensa, Sergei Ivanov, matizó ayer la posición de Rusia respecto a las resoluciones de Naciones Unidas y afirmó que su país ¢no está precisamente en contra de una resolución¢, informa Fernando Martínez en Madrid. Ivanov se reunió ayer con su homólogo español, Federico Trillo, para tratar sobre la crisis en el golfo Pérsico y la reforma de la OTAN, que se debatirá hoy en la reunión de ministros de Varsovia y en noviembre en la Cumbre de Praga. Ivanov reiteró que ¢cualquier acción de fuerza debe contar como mínimo con el respaldo del Consejo de Seguridad¢, de la ONU. Ivanov descartó que Moscú esté por principio en contra de una resolución sobre Irak, ya que ¢primero debe ser estudiada¢. El dirigente señaló que, hasta ahora, ninguno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, EE UU, Francia, Reino Unido y Rusia) ha elaborado ningún documento semejante.
Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, presentó ayer a su Gobierno el documento en el que detalla la acumulación de armas de Irak. Ese mismo informe será presentado hoy al Parlamento en reunión de urgencia para conseguir el apoyo a un ataque contra Bagdad. Blair explicó a su Gabinete que ¢la política de contención [con Irak] no ha funcionado. [Sadam Husein] ha sido capaz de avanzar en su programa de armamento de destrucción masiva y tiene que ser frenado¢.
El asedio israelí a Arafat también preocupa al mercado del petróleo. Existe el temor de que la crisis desemboque en una oleada de integrismo islámico que desestabilice el golfo Pérsico, región que atesora el 27% de la producción mundial de petróleo y el 66% de las reservas.
La OPEP sorprendió ayer al poner en duda que vaya a suministrar más petróleo al mercado si sigue subiendo el precio. El grupo, compuesto por 11 países, entre ellos Irak, controla el 40% de la producción mundial. Excluido el crudo iraquí, administrado por la ONU, la producción oficial de la OPEP es de 21,7 millones de barriles diarios, la más baja en 10 años. El nuevo presidente de la organización, el ministro de Petróleo de Qatar, Hamad al-Attiyah, señaló ayer que la OPEP suministra más petróleo ¢si la subida de los precios responde a una carencia de petróleo¢, y el actual encarecimiento ¢no está relacionado con una falta de suministro¢.
Además, el sector padeció ayer los efectos del huracán Isidoro, que ha devastado la costa este de México. Los tres puertos petroleros más importantes de Yucatán se vieron obligados a cerrar. El huracán obligó a suspender el tráfico de petroleros en el golfo de México, afectando al suministro de crudo a EE UU.