Un año después del 21-S
El viernes 21 de septiembre de 2001 fue el día de la capitulación de millones de inversores y gestores del mundo. Las Bolsas marcaron los niveles más bajos de ese ejercicio empujadas con violencia por el miedo derivado de los atentados terroristas del 11 de ese mes contra intereses emblemáticos de Estados Unidos. Como en toda capitulación, los mercados se purificaron esa jornada.
El lunes siguiente amaneció plagado de alzas. Para entonces, la Administración Bush ya había puesto en marcha un plan de recuperación económica a costa de aumentar el déficit público, algo que un año después, ahora, comporta mayores riesgos que beneficios para los mercados financieros.
Aquel viernes 21 fue una jornada, como la de hoy, aunque el número del calendario no se corresponda, caracterizada por el vencimiento de opciones y futuros sobre los índices bursátiles. Hay quienes sospechan que se aprovechó el fenómeno para exagerar las pérdidas y purgar las Bolsas de nervios y sentimientos bajistas.
Doce meses después, el vencimiento hoy del futuro sobre los principales índices lleva el sello de la acumulación de mínimos anuales en la mayor parte de los mercados europeos. ¿Volverán a reproducirse las escenas de antaño?
Los expertos señalan en sus informes confidenciales que las cosas han cambiado mucho en los últimos 12 meses y que los mercados están tan extenuados que muy poco más pueden soportar, aunque sigue invariable la tendencia bajista que comenzó a conformarse en marzo de 2000.
Esta pérdida de fuelle, esta falta de músculo, explica la facilidad con que cambian los índices en el intradía, como veletas locas. En la primera hora de ayer, por centrarnos en una referencia concreta, los índices pasaron de subir a bajar y de bajar a subir en más de cuatro ocasiones por más del 1%.