La OPEP confirma que garantizará el suministro de crudo en caso de guerra
El ministro de Arabia Saudí de Petróleo, Ali al-Naimi, envió ayer el mensaje de tranquilidad que las potencias occidentales esperaban: 'La posición de la OPEP es muy clara. Nuestro compromiso, independientemente de las causas que lo originen, es responder a cualquier falta de suministro'.
La convicción en el mercado de que EE UU se ha decidido ya por la guerra, pese a los intentos diplomáticos de Irak, pesa en la cotización del petróleo. Un portavoz de la UE reconoció ayer en Bruselas que el precio actual 'no se debe realmente a la oferta y la demanda, sino a la incertidumbre geopolítica'.
A pesar del anuncio saudí, el precio del barril de brent para entregar en noviembre fluctuó ayer entre los 28 y los 28,5 dólares, un 36% más que a principios de año. La OPEP, que produce el 40% del crudo mundial, acordó ayer en la reunión celebrada en Osaka mantener su cuota oficial en 21,7 millones de barriles diarios y volver a reunirse el 12 de diciembre para reevaluar la situación. El ritmo de extracción es el más bajo en una década, aun contando los dos millones de barriles diarios que los expertos estiman que la OPEP produce por encima de su cuota oficial. La organización está compuesta por 11 países. La producción iraquí está controlada por la ONU, mientras que el resto de miembros se organiza con el sistema de cuotas.
Los ministros del cartel primaron la situación real del mercado a la amenaza de guerra en el golfo Pérsico, una región que concentra el 27% de la producción y el 66% de las reservas mundiales de crudo. 'El mensaje que ha enviado la OPEP es que los precios no están suficientemente altos todavía', señala Merrill Lynch en un informe. El banco advierte de que esta decisión 'provoca la vuelta del espectro de una caída de las reservas de crudo mucho mayor de lo habitual' en la temporada invernal.
Sin embargo, la OPEP se fija en las débiles previsiones de demanda. Los datos de la Agencia Internacional de la Energía reflejan el promedio de aumento de la demanda: en los últimos 15 años ha sido de 900.000 barriles diarios. Para este año se espera un incremento del consumo de apenas 200.000 barriles, hasta los 76,7 millones diarios.
El peso de EE UU en Riad
No importan las especulaciones sobre posibles tensiones entre EE UU y Arabia Saudí. Washington sabe que tiene en Riad un sólido aliado. Fue la empresa estadounidense Standard Oil la que creó en los años treinta toda la infraestructura petrolífera de Arabia Saudí.
La propia empresa estatal, Aramco, es la abreviatura de Arabian-American Oil Company. La compañía no fue nacionalizada totalmente hasta 1980 y mantuvo durante varios años a altos directivos estadounidenses. El actual ministro de Petróleo fue el primer presidente saudí de la compañía en 1989, cuando tomó el relevo del americano John Kelberer.
Arabia Saudí incrementó su producción tanto al inicio de la guerra Irán-Irak (1981), como en la guerra del Golfo (1991). Washington no tiene duda de que, en caso de guerra, los saudíes actuarán para frenar los precios.
Los preparativos para la guerra avanzan. Bush envió ayer al Congreso un proyecto de resolución para que le autorice a usar 'todos los medios apropiados, incluidos los militares' para derrocar al presidente iraquí, Sadam Husein. Bush exigió al Congreso 'flexibilidad máxima' para afrontar el problema. El presidente instó a la ONU a que actúe de forma enérgica y que fuerce a Irak a cumplir todas las resoluciones. Bush fue contundente: 'Si la ONU no soluciona la amenaza de Irak, lo harán EE UU y sus aliados'.