El mayor sindicato de Italia convoca la segunda huelga general
El principal sindicato italiano, la CGIL, propondrá la fecha del próximo 18 de octubre para la realización de una nueva huelga general de ocho horas contra la reforma laboral del Ejecutivo de Silvio Berlusconi.
La fecha de la movilización, que irá acompañada de diversas manifestaciones a nivel provincial, será debatida entre la secretaría federal del sindicato y el comité directivo el próximo viernes, según informó ayer Carlo Ghezzi, su secretario federal.
Este nuevo paro a nivel nacional se produce después de la huelga general del pasado 16 de abril, que fue apoyada por las tres grandes centrales sindicales italianas (la ex comunista CGIL, la socialista UIL y la de tendencia democristiana CISL) y diversas huelgas a nivel regional convocadas igualmente por la CGIL. La huelga se produce contra la política económica del Gobierno conservador, en especial por la reforma laboral que prevé la flexibilización de los despidos.
La convocatoria de una nueva huelga general había sido anunciada por la Confederación General de Trabajadores Italianos (CGIL) el pasado 9 de julio.
El sindicato señaló ayer que ha iniciado ya las formalidades previstas por la Ley de huelgas para establecer los servicios mínimos en el sector público. En la reunión del próximo viernes, además, la directiva de la CGIL deberá nombrar nuevo secretario general a Guglielmo Epifani, en el puesto de Sergio Cofferati, cuyo mandato llega a su fin.
Entre tanto, una serie de paros en los transportes públicos, iniciados ayer por los pilotos de Alitalia, preceden a la segunda huelga general a la que se enfrentará Silvio Berlusconi en menos de un año y medio de su regreso al poder. Los pilotos de Alitalia se muestran descontentos con la reestructuración emprendida por la compañía. Así, la huelga que secundaron ayer supuso la cancelación de 110 vuelos y la modificación de otros 88.
El próximo sábado 21 les tocará el turno a los trabajadores de la compañía ferroviaria estatal, que pararán durante 24 horas en defensa de sus demandas para la renovación del contrato colectivo. Para el miércoles 25 está convocado un paro nacional del transporte público urbano, que afectará a autobuses, metro y tranvías, y tres días después otro de ocho horas de los controladores aéreos.
El anunciado 'otoño caliente' coincide con el debate sobre la gestión económica del Gobierno, debido a los datos negativos de algunos indicadores claves, que se unen al débil crecimiento de la economía italiana, muy por debajo de las previsiones (+0,2% en el primer semestre).