Las constructoras disputan a Iberia el mayor contrato de servicios de aeropuerto
Las grandes constructoras, FCC, ACS, Acciona, Ferrovial y Dragados; las aerolíneas Spanair, Air Europa, y varios de los principales aeropuertos europeos están dispuestos a disputar en breve a Iberia el negocio del servicio de asistencia a pasajeros y aviones en todos los aeropuertos españoles.
El ente Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) prepara los pliegos para las licitaciones que deben acabar con el monopolio que ostenta Iberia en la primera licencia de handling en los 42 aeródromos de la red. Este permiso se prolongó durante dos años en otoño de 2000 para resolver el problema laboral que suscitaba la liberalización.
De hecho, la convocatoria se encuentra pendiente de que las patronales y los sindicatos del sector de handling alcancen un acuerdo sobre un convenio colectivo marco que permita obviar sobre todo el grave problema que suscita el traspaso de trabajadores del antiguo monopolio a las empresas competidoras que le han restado carga de trabajo a través de la segunda licencia otorgada hace ya años en los mayores aeropuertos.
La experiencia liberalizadora en esas grandes terminales ha demostrado que las distintas condiciones laborales, en duración de la jornada y en sueldos, entre los empleados de Iberia y sus competidores requiere un marco mínimamente homogéneo para el sector.
Una vez que las fuerzas sociales hayan alcanzado este pacto imprescindible, AENA estará en condiciones de lanzar los distintos procesos de licitación. El ente público todavía no ha desvelado cuál será el método de adjudicación. En el sector se manejan algunas filtraciones y diferentes hipótesis. La primera de ellas prevé que se realice un concurso diferenciado en los 15 mayores aeropuertos, aquellos que reciben al año más de dos millones de pasajeros. En éstos se podría otorgar incluso un total de tres licencias.
Las 26 terminales restantes podrían concursar conjuntamente o agrupadas en varios paquetes. En cada uno de éstos se incluiría alguno de los principales aeropuertos de la red y otros medianos y pequeños o bien se organizarían por proximidad geográfica.
En los próximos meses también irán caducando varias de las segundas licencias que se encuentran básicamente en manos de Eurohandling e Iberhandling (Air Europa y FCC) y de Ineuropa Handling (Grupo Acciona), que podrían concursarse de forma conjunta con la primera. Fuentes cercanas al proceso estiman que AENA desea convocar los concursos antes de que finalice el mes de octubre con el objetivo de que los nuevos adjudicatarios puedan comenzar a prestar servicio a comienzos del año 2003.
En el sector existe gran expectación por conocer algunos aspectos de las bases de los concursos, de cuya definición las opciones de Iberia pueden resultar más o menos favorecidas.
Además, el concurso se produce en un momento en que las relaciones entre el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos (del que depende AENA), e Iberia no son especialmente buenas.
El negocio de asistencia a pasajeros y aviones mueve en España más de 600 millones de euros. Sólo el grupo Iberia facturó en 2001 por este concepto en 481 millones.
El convenio colectivo frena la nueva liberalización
La patronal de las empresas del sector, Iberia, Ineuropa, Eurohandling y Loager, y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, que representan a los 11.000 trabajadores de handling, mantienen intensas negociaciones con el fin de firmar en las próximas semanas un convenio colectivo marco como requisito imprescindible para que AENA pueda convocar los concursos para licitar las licencias de estos servicios aeroportuarios en los 42 aeropuertos españoles que actualmente están en servicio.
La firma de este convenio es inexcusable, ya que en los últimos años la justicia ha bloqueado el desarrollo de la competencia en los servicios de handling en 11 aeropuertos al declarar ilegal la práctica de la 'subrogación' de unos 2.000 trabajadores de Iberia que han demandado a las empresas competidoras. Los segundos operadores han ido restando en los últimos años carga de trabajo a la compañía de bandera, que, con el nuevo proceso liberalizador que ahora se avecina, volverá a ver mermado ese negocio.
Todas las partes consideran imprescindible que se acepte el traspaso de los trabajadores desde la empresa que pierde una licencia hacia la compañía que se queda con ese mismo servicio para asegurar una mínima estabilidad en el empleo y un marco viable de competencia. Al tener el convenio colectivo marco rango de ley, los jueces no podrán declarar nula la subrogación.
Pero mientras existe acuerdo en la forma de articular el traspaso de trabajadores de una empresa a otra, las patronales y los sindicatos mantienen diferencias sobre otros aspectos clave del convenio. Así, las posiciones están alejadas en la duración de la jornada de trabajo, en el establecimiento de una estructura salarial homogénea por categorías y en el sistema de progresiones. A pesar de ello las partes consideran posible alcanzar un pacto en breve.