El déficit por cuenta corriente alcanza un récord entre abril y junio
Durante el segundo trimestre el déficit por cuenta corriente de EE UU ha sido de 130.000 millones de dólares (133.000 millones de euros). El dato no sólo marca el tercer trimestre consecutivo en el que se va ampliando el déficit, sino que además está muy por encima de las peores previsiones.
Estas cifras tienen su origen en el fuerte consumo de importaciones frente a una menor demanda de las exportaciones de bienes producidos en el país. Las importaciones de bienes supusieron 295.300 millones de dólares, mientras que las exportaciones se quedaron en 172.700 millones.
La debilidad del dólar apenas ha tenido incidencia, ya que el crecimiento de ambas cifras con respecto a los registrados en el primer trimestre ha sido mayor en las importaciones que en las exportaciones.
La preocupación es que las previsiones pasan porque esta tendencia no mejore hasta el cuarto trimestre, ya que se espera que la economía estadounidense crezca por encima de las de sus grandes socios comerciales, especialmente Japón y la Unión Europea. No se espera que la caída del dólar se empiece a notar hasta el último trimestre del año.
Por contra, el comercio de servicios muestra superávit porque las transacciones dirigidas al exterior se calculan en 71.100 millones frente a los 68.600 del primer trimestre, mientras que las importaciones se incrementaron en menor medida y con valores menores (59.000 millones frente a 57.700). A la vez, los inversores extranjeros han ganado más con sus activos americanos de lo que los estadounidenses han conseguido con ellos fuera de sus fronteras.
A pesar de estos crecientes números rojos y las últimas alertas al respecto del FMI al secretario del Tesoro, Paul O'Neill, tanto desde el Gobierno como desde la Reserva Federal se le quita importancia porque consideran que EE UU sigue teniendo capacidad para atraer capital.
Pero ayer fue un día de noticias negativas y la segunda se refería a un dato más volátil pero cuya tendencia no lo es y crece. Se trata de las 19.000 solicitudes de subsidio de desempleo más que se registraron la semana pasada sobre la anterior y que dejan el dato en 426.000, el mayor nivel desde el pasado abril.
Las empresas, sobre todo el sector industrial, continúan destruyendo empleo y a la vez sigue sin detectarse un aumento de la inversión en capital. Hace una semana, las cifras de paro indicaban una rebaja de éste en agosto, pero la mayoría de los nuevos puestos de trabajo han sido creados por el Estado.