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Demanda

La venta de viviendas en la costa salva un verano de caída turística

El mercado de vivienda costera lleva creciendo sin interrupción desde 1997. Los precios han aumentado también de manera continuada, por lo que muchos potenciales demandantes de este tipo de vivienda se está retirando del mercado'. Es el primer balance que, sobre el comportamiento mostrado por el mercado de la vivienda turística este verano, realiza el consejero delegado de Roan, José Luis Marcos. El directivo de Roan precisa inmediatamente que la mayor parte de los compradores de vivienda en las zonas costeras a lo largo de estos cinco o seis años han sido los propios españoles. 'El gran mercado europeo no ha empezado todavía a comprar', opina Marcos, para quien la costa española puede convertirse en la Florida europea.

José Luis Marcos estima que 'sí se ha vendido menos', que 'hay ciertos síntomas de agotamiento que invitan a la prudencia'. Pero también asegura que 'un producto con una buena relación calidad-precio se vende bien'.

Javier Reque, director de la oficina de CB Richard Ellis en Marbella (Málaga), considera que 'los ritmos de venta han bajado, pero no especialmente'. 'De aquí a fin de año esperamos que los precios y los ritmos de venta se estabilicen, para continuar después con crecimientos estables'.

Aunque advierte que hay 'escasez de producto a un precio razonable', Reque estima que el turismo de golf y las infraestructuras han cambiado radicalmente la Costa del Sol. 'Han reducido la estacionalidad. Los turistas se animan a comprar una vivienda porque saben que la van a utilizar varias veces al año', explica. 'A las dos de la tarde de un viernes dejan de trabajar en Londres y cuatro horas después pueden estar aquí jugando al golf', acaba.

Vicente Rubio, responsable del negocio de vivienda turística de Aguirre Newman, también coincide en la ralentización del mercado. 'La oferta, aun así, continúa bastante fuerte y también la demanda', puntualiza. Alberto Prieto, director de residencial de Knight Frank, ve razonables los ritmos de venta. Prieto asegura que la caída del turismo sí podría afectar a la demanda de primera vivienda en zonas turísticas, 'dado que los ingresos de los residentes en dichas zonas están muy vinculados a la industria del turismo'.

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