Jordi Dagá abandona la vicepresidencia de la SEPI
La SEPI se queda sin uno de sus vicepresidente tras la dimisión de Jordi Dagá, que se había incorporado al organismo durante el mandato de Pedro Ferreras. Dagá abandona la sociedad estatal para abordar nuevos retos profesionales.
En una carta remitida a los principales directivos de la SEPI, Dagá explica que considera su labor profesional concluida después de cinco años en la entidad y después de haberse realizado 'satisfactoriamente la privatización de Trasmediterránea'.
Según fuentes de la Administración consultadas, Dagá permanecerá en su cargo durante todo el mes de septiembre para facilitar la búsqueda de un sustituto y no provocar un vacío en el organigrama de la entidad presidida por José Ignacio Ruiz Jarabo.
Otras fuentes sostienen, sin embargo, que la salida de Dagá obedece a la falta de sintonía con el equipo de Ruiz Jarabo, que fue patente desde que este tomó posesión de su cargo. Estas mismas fuentes dicen que su salida de la SEPI estaba descontada desde hace meses y sólo las urgencias por completar el proceso de privatización de la naviera pública, que concluyó a finales de julio, han demorado esta decisión. Esa escasa sintonía con el equipo de Ruiz Jarabo también afectaría a otros altos cargos de la sociedad estatal nombrados en su día por Pedro Ferreras.
Otra versión sobre la dimisión de Dagá se centra en las divergencias dentro de la propia SEPI sobre el proceso de venta de Trasmediterránea, adjudicada a un grupo liderado por Acciona y donde participan la naviera del ex ministro Abel Matutes, la Caja de Ahorros del Mediterráneo y las navieras Armas y Aznar.
La venta estuvo marcada por la revocación del mandato de asesoramiento que tenía el Santander Central Hispano, tras designar este banco como consejeros, en plena privatización, al propio Matutes y a Juan Abelló, presente en otras de las ofertas por la naviera.
Dagá, nacido en 1951, es economista y está considerado un especialista en reflotamiento de empresas. En el pasado, ha ocupado diferentes cargos en la empresa Nutre-Callis y ha sido director general de la sociedad de capital de riesgo Catalana de Iniciativas, en la que participaban la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, además de Repsol, La Caixa, Dragados y Construcciones, Gas Natural, Telefónica y Agromán, entre otras.
En marzo de 1998, el consejo de administración de la SEPI le nombró director general, y en 1999, pasó a ser vicepresidente de la sociedad en sustitución de Joaquín Clotet, que cesó en mayo de ese año.
Dagá había trabajado anteriormente con Pedro Ferreras, cuando éste era letrado en Barcelona de la sociedad de capital Catalana de Iniciativas.
Desde mayo de 2001, la SEPI cuenta con una segunda vicepresidencia, que está ocupada por Pablo Olivera.