Aznar intenta abortar el debate sobre el calendario de la sucesión
El secretario general del PP, Javier Arenas, transmitió ayer con estas palabras la decisión de José María Aznar de abortar el debate abierto en su partido sobre el calendario de la sucesión: 'Estamos tranquilos. No precipitaremos la elección del sucesor. Será en otoño del próximo año. Esperamos acertar en la administración de los tiempos'. Arenas añadió que la 'referencia política' del PP 'sigue siendo Aznar', quien mantiene 'un proyecto reformista incansable'.
El deseo del presidente del Gobierno de paralizar el debate sucesorio durante un año choca con la propia dinámica interna que de manera soterrada se ha abierto dentro del PP, donde ya se perciben ciertas alineaciones al más alto nivel que pueden llegar a distorsionar la gestión que deriva del Consejo de Ministros. De hecho crece el número de dirigentes del partido que confían en que la elección del sucesor se precipite poco después de las elecciones locales y autonómicas de mayo, cuando el PP disponga ya del mapa político resultante y haya medido en consulta tan representativa su fuerza y la del primer partido de la oposición.
Con el intento de eclipsar el debate sucesorio, el PP se propone promover la tensión política en los próximos meses como si fuera un partido de oposición. Así lo reconoció ayer el propio Arenas, decidido a mantener el conflicto vasco en primera línea de actualidad, con la ayuda del resto de los compañeros de Gabinete y del ex ministro Jaime Mayor Oreja. En la agenda política del Gobierno también ocupa un lugar prioritario el reforzamiento de las políticas sociales, que el PP intentará publicitar a través de campañas específicas centradas en los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, el objetivo del pleno empleo, la reforma educativa, el nuevo impuesto sobre la renta y los discapacitados.
Distancia electoral
En la preparación de estas campañas y en la elaboración del programa electoral, el PP consumirá seis convenciones, la mayor de las cuales se celebrará el próximo enero, después de la celebración de los congresos regionales en los que se elegirán los candidatos a los comicios autonómicos.
Arenas también intentó ayer amortiguar el desánimo que haya podido provocar en la dirección de su partido el acortamiento de la distancia electoral entre el PP y el PSOE que reflejan las encuestas. Recordó a la cúpula de su partido que los cuatro puntos en que sitúa la diferencia el último sondeo del CIS deben inducir al optimismo, sobre todo si se tiene en cuenta que en el ecuador de la pasada legislatura, dos años antes de que el PP lograra mayoría absoluta, había encuestas que reflejaban un empate técnico entre las dos principales fuerzas políticas. 'Afrontaremos el proceso electoral en las mejores condiciones porque al PP no le desgasta la acción de gobierno', señaló Arenas.
La firme intención de Aznar de evitar la precipitación del calendario de su sucesión contrasta con la decisión adoptada ayer por la comisión ejecutiva del PSOE de abrir el proceso de elecciones primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno.
En la dirección socialista se encara este proceso como un puro trámite destinado a subrayar la falta de democracia interna en el PP, ya que se cuenta con que no se presentará candidatura alguna distinta a la de Zapatero. 'El PSOE es hoy una balsa de aceite', dijo ayer su presidente, Manuel Chaves.