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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Demasiado para las Bolsas

Ocho meses después del comienzo del año las Bolsas siguen aquejadas de los mismos males que al cierre de 2001, sin que aparezcan síntomas que permitan atisbar un cambio radical e inmediato en la tendencia. Agosto se despide con un regusto amargo. Hasta el martes todo parecía indicar que la mejora acumulada en el mes del 7% iba a significar el cambio a mejor en la orientación después de las fuertes pérdidas registradas en junio y julio. Incluso se llegó a jugar con la idea de que los mercados habían tocado suelo. Los índices, no obstante, han girado a la contra desde ese día, hasta dejar la mejora mensual en el 3%. Queda abierto, de este modo, el debate sobre si los mercados españoles -e incluso internacionales- tocaron fondo o no. El Ibex estableció su cota más baja el día 5, cuando cerró en 5.963,20 puntos de Ibex.

Septiembre arranca, por tanto, sin que se haya despejado ninguna de las dudas que vienen condicionando el comportamiento de los mercados a lo largo del año y que tuvieron en julio su momento más alarmante, cuando los principales índices del mundo marcaron las cotas más bajas de los cinco últimos ejercicios. Además, la aparición de numerosos casos de fraudes contables en Estados Unidos ha seguido alimentando la aversión al riesgo de los inversores. En este aspecto, lo más positivo para los mercados en este mes ha sido la obligada certificación de cuentas que presentaron el día 14 la mayor parte de los directivos de las empresas que cotizan en Wall Street. La misión era tranquilizar a los inversores y así sucedió en los días siguientes, con recuperaciones importantes de todos los índices.

Una vez cerrado este expediente, aunque sea de manera parcial, los mercados, no obstante, han vuelto a centrar su atención en otros frentes abiertos desde enero. La debilidad de las cifras económicas y su influencia negativa en la cuenta de resultados de las empresas se han convertido en la pesadilla de última hora. Los indicadores de confianza de empresarios, consumidores e inversores caen a plomo tanto en Estados Unidos como en la zona euro, y empresas emblemáticas de la Bolsa de Nueva York han advertido ya que no podrán cumplir con las previsiones.

El temor a que Estados Unidos decida de manera unilateral, y con la mayor parte de la comunidad internacional en contra, un ataque a Irak coincide en el tiempo con los miedos a acciones terroristas con motivo del aniversario del 11 de septiembre. Son referencias que generan incertidumbre y provocan demoras en la toma de decisiones empresariales y de inversión.

La situación en Latinoamérica lejos de mejorar ha empeorado. La comunidad bancaria internacional ha tenido que salir en apoyo de Brasil, pero no ha conseguido ni reparar las fuertes pérdidas del real ni corregir el endeudamiento, que en estos momentos es récord, con 374.000 millones de dólares. El caso argentino, por su parte, alcanza ya límites tragicómicos para los que no se ve una salida clara.

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