Johanesburgo pone en cuestión el papel de las grandes empresas en el desarrollo
El papel de las empresas en el desarrollo de los países más pobres y la responsabilidad de las compañías sobre los efectos de su trabajo en un determinado país ocuparon ayer buena parte del debate en la Cumbre de la Tierra que se desarrolla en Johanesburgo (Suráfrica).
Las organizaciones no gubernamentales criticaron que las políticas de la ONU se dirigen más a proteger a las multinacionales, en lugar de velar por los intereses de los países receptores de ayuda.
Un argumento respaldado por las declaraciones de Estados Unidos, que contaron con el apoyo de la Unión Europea, respecto a la mayor participación del sector privado en la ejecución de los programas diseñados para los países pobres.
Los críticos argumentan que con esta política los Gobiernos eluden su responsabilidad y arremeten contra la falta de control y regulación de la actividad de estas empresas en los países pobres.
EE UU ha prometido en la cumbre destinar cientos de millones de dólares para programas conjuntos entre el sector público y el sector privado, una iniciativa aplaudida por la ONU. Tim Wirth, responsable del Fondo de la ONU, afirma que 'la propiedad de los proyectos debe permanecer en manos públicas, pero debe ser el sector privado el que las lleve a cabo'.
La crítica hacia las empresas es la falta de regulación de esta actividad, y sostienen que 'los códigos de conducta voluntarios no funcionan y no son suficientes'.
Las compañías con intereses en países en desarrollo reconocen que se necesita un marco regulatorio, pero defienden que sea producto de un acuerdo entre las compañías y los Gobiernos. 'El escenario para negociarlo es con los países', aseguraba el antiguo presidente de Shell, Mark Moody-Stuart.
La cumbre registró algunos progresos en el borrador de conclusiones, pero los subsidios occidentales a la agricultura estancan, en buena medida, la parte correspondiente al comercio. Sí se cerró un compromiso para limitar progresivamente las capturas de pesca hasta 2015.