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Finanzas

Sólo Popular, Banesto y Bankinter ganan en seis meses cuota en depósitos y créditos

Sólo tres bancos (Popular, Banesto y Bankinter) entre los siete mayores consiguieron en el primer semestre del año mejorar sus cuotas de mercado tanto en créditos como en depósitos de ahorro. BBVA mejoró considerablemente su posición en depósitos de ahorro, pero todavía cedió algunas décimas en el mercado de los préstamos. El Santander Central Hispano, sin embargo, no consiguió ganar cuota en ninguno de los dos productos, pese a las campañas realizadas para captar ahorro.

Banco Popular, Banesto y Bankinter fueron en el primer semestre del año los únicos tres bancos entre los siete mayores que ganaron cuota de mercado en los dos productos básicos de activo y pasivo (créditos y depósitos de ahorro).

El Popular es la entidad que más mercado siguió arañando, gracias a una apuesta por el crecimiento con rentabilidad basada en el aumento de la base de clientes y la venta cruzada de productos.

Al finalizar junio tenía el 5,37% de la cuota de créditos y el 6,24% de la de depósitos, lo que supone que ha ganado 0,27 puntos y 0,41, respectivamente. De hecho, el grupo captó 249.000 clientes en sólo seis meses, sólo 50.000 menos de lo que consiguieron en todo un año.

Con una estrategia parecida, Banesto mejoró también su hueco en el mercado, aunque con ganancias más reducidas que su competidor.

Bankinter mejoró 0,8 puntos en créditos y 0,05 en depósitos, con una actuación dirigida a sacar el máximo rendimiento de la clientela, que le ha supuesto perder parte de la misma pero aumentar la rentabilidad media por cliente.

A pesar del esfuerzo por sacar el máximo rendimiento de la red comercial tras la integración de las marcas y haber pisado el acelerador en el negocio doméstico, Santander Central Hispano no logró despegarse de la media del sector ni en créditos ni en depósitos y perdió participación en el mercado.

BBVA ganó únicamente en ahorro, pero volvió a ceder algunas décimas en cuanto a la concesión de préstamos.

Son las principales conclusiones de un análisis elaborado a partir de los balances aportados por las entidades a la Asociación Española de Banca (AEB) correspondientes al mes de junio.

De acuerdo con estos datos, al finalizar el semestre los siete primeros bancos españoles por activos (Santander Central Hispano, BBVA, Popular, Banesto, Sabadell, Bankinter y Pastor) tenían un saldo global de créditos sobre clientes de 252.962 millones de euros, el 76,2% del total de los bancos que operan en España (no se tiene en cuenta a las cajas de ahorros).

Cuando acabó 2001, esta cuota ascendía a 76,8%, lo que significa que en seis meses se han dejado arañar por los más pequeños seis décimas.

En depósitos de ahorro, sin embargo, defendieron su parte en el pastel, con el 79,2% del mercado, igual que en diciembre de 2001, a pesar de las campañas de los bancos en Internet por captar pasivo.

BBVA y SCH

En junio, el BBVA tenía una cuota de mercado sobre el total de los bancos del 30,15% en créditos sobre clientes y del 30,54% en depósitos de ahorros. Eso significa que en sólo seis meses ha perdido 0,59 puntos del mercado del crédito y que ha ganado 1,64 puntos en depósitos de ahorro.

Parece, por tanto, que el deterioro de la imagen del banco por el escándalo de las cuentas ocultas en paraísos fiscales, una trama destapada en abril a raíz de la investigación abierta por el Banco de España, no ha tenido, de momento, ningún efecto en el negocio. Sus portavoces afirman, además, que es improbable que lo vaya a tener próximamente.

Además, los datos de junio implican un cambio en la trayectoria decreciente que las imposiciones a plazo mantenían en los últimos trimestre. Esta trayectoria ha venido marcada por la decisión del grupo de no renovar a su vencimiento productos de coste elevado emitidos en ejercicios precedentes, dentro de una política de optimizar los recursos de los clientes en la que se ha dado prioridad a la comercialización de modalidades menos onerosas para el banco, con el fin de proteger el margen con el cliente. La recuperación puede atribuirse, además, al éxito de productos como el depósito BBVA Plus Creciente o el nuevo depósito BBVA Dinámico.

Velocidad de crucero

Durante la presentación de los resultados semestrales, portavoces del grupo aseguraron que el negocio se ha reactivado y que han conseguido ya alcanzar una velocidad de crucero en el negocio doméstico, a pesar de la desaceleración económica.

De hecho, los resultados del banco en el primer semestre se sostienen sobre todo en el negocio más recurrente en España, con una buena evolución de márgenes que mitiga, aunque no compensa, los impactos negativos de la crisis de los mercados y Latinoamérica.

Para el Santander Central Hispano no ha sido tan fácil defender su cuota. De hecho, cede mercado tanto en créditos, segmento en el que pierde 0,82 puntos, como en depósitos, donde se deja arañar 1,64 puntos. Y eso a pesar de que la actividad en recursos de clientes del grupo se ha desarrollado especialmente en el ámbito de los depósitos a plazo, con la comercialización de un nuevo depósito.

En donde sí gana cuota el grupo es en el segmento de los fondos de inversión, fruto del impacto de la campaña de la gama de depósitos y fondos Supersatisfacción, que han contrarrestado el efecto negativo que tanto en valor patrimonial como en los reembolsos ha tenido la evolución de los mercados de valores.

La presión de los grandes aumenta la competencia en el sector

 

 

 

 

 

 

 

La grave crisis en Argentina y Brasil, donde los dos mayores grupos, BBVA y Santander Central Hispano, tienen fuertes intereses, ha obligado a estas entidades a replegarse hacia el mercado nacional y a orientar todos sus esfuerzos en aprovechar el potencial de su red comercial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tras la digestión del proceso de fusión, con la integración de marcas, ambas entidades se dejaron arañar cuota de mercado por bancos medianos y cajas de ahorros con la excusa de mantener los márgenes con la clientela y de reducir los costes a la mínima expresión, lo que se ha traducido en una fuerte reducción de oficinas y plantilla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La competencia se recrudece ahora que disminuyen las fuentes de ingresos procedentes de negocios distintos al tradicional y que aumenta el riesgo. Eso ha llevado a los dos bancos a poner en marcha auténticas campañas para revitalizar el negocio doméstico y compensar en lo posible con los ingresos más recurrentes el batacazo que han sufrido en la cuenta de resultados otros capítulos más expuestos a la crisis de las Bolsas y a la pérdida de valor de sus empresas participadas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta mirada casi obsesiva hacia el mercado doméstico eleva el tono competitivo en el sector.

 

 

 

 

 

 

 

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