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Madrid

La Bolsa ganó ayer un 3,64% y limita la caída semanal al 1,15%

Los mismos protagonistas esta semana, pero con cambios de decoración súbitos. La Bolsa española estuvo a punto el miércoles de llegar al mínimo del año, marcado el 5 de agosto en los 5.963,20 puntos de Ibex. El jueves permaneció cerrada por festividad. En sólo 24 horas el ambiente, que no el dinero, cambió, no obstante, de manera radical.

La última hora del miércoles en Wall Street fue de las que hacen historia, porque los principales índices registraron subidas en tan corto periodo de tiempo entre el 3% y el 6%, cuando horas antes mantenían rumbo bajista. Lo que algunos analistas definen como sentimiento patriótico agudo fue la razón. Esa tarde noche, hora local español, la mayor parte de las empresas encausadas prestó declaración jurada de cuentas. Y Wall Street se entusiasmó hasta marcar una de las subidas más importantes del año en un día.

A partir de ese instante comenzó a funcionar, como siempre, el contagio al resto de las Bolsas del mundo, puro mimetismo, que se ve favorecido por la ausencia de inversores finales y por el dominio de la situación por parte de los especiales en arbitraje, que siempre se apoyan en estrategias con futuros y derivados.

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Sólo así se explica que las Bolsas europeas subieran el jueves, como promedio, lo mismo que subieron la víspera las estadounidenses. Ni más ni menos. Sólo así se explica que la Bolsa española subiera ayer un 3%, que fue el promedio de mejoras la víspera en Europa, hasta que abrió Wall Street. Y, además, sin volumen.

Desde las tres y media de la tarde hasta el cierre, la evolución del mercado nacional fue la misma, es decir, un seguimiento al instante de la evolución de las Bolsas estadounidenses. Es fácil colegir, por tanto, que el mercado nacional celebró ayer dos sesiones en una.

El hecho más llamativo fue el escaso volumen de negocio, con sólo 1.437 millones intercambiados en el mercado continuo. En esta cifra hay que englobar el ajuste técnico del festivo del jueves y el fenómeno especial del vencimiento de futuros, que siempre provoca alzas en la negociación. O lo que es lo mismo, la resta de ambas circunstancias deja sin contenido la actividad del cierre semanal.

El análisis del comportamiento de los valores que componen el Ibex tampoco arroja en esta ocasión novedades importantes. Los focos especulativos, aunque son de intensidad escasa, se centran en los valores más capitalizados del mercados, porque son los que más soportan las histerias alcistas o bajistas. El recuento semanal de la situación deja a Endesa en la peor posición al acumular una pérdida del 6,27%; seguida de Telefónica, que cede un 2,62%, y SCH, que retrocede un 2,41%.

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