Deutsche Telekom estudia abandonar actividades fuera de Alemania
La telefónica alemana se ha propuesto recortar una deuda acumulada que asciende a 65.000 millones de euros. 'Tenemos que mejorar drásticamente nuestros resultados y reducir la deuda para volver a tener margen de maniobra en lo financiero', declaró Sihler en una entrevista publicada ayer por el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, la primera desde que ocupa su puesto.
Sihler precisa que la dirección está estudiando cuáles de sus cuatro divisiones de negocio (telefonía fija, móvil, grandes clientes e Internet) recortará su presencia en el extranjero.
Para el grupo estadounidense VoiceStream, adquirido por Deutsche Telekom en mayo de 2001, Sihler desea encontrar un socio que saque a esta compañía del actual sexto puesto en telefonía móvil en EE UU. VoiceStream perdió 296 millones de dólares (301,92 millones de euros) en el segundo trimestre del año.
Además, el gigante alemán de telecomunicaciones recortará una tercera parte de los 1.900 millones de euros que invierte actualmente en marketing y publicidad. El presidente ratificó que se reducirá la plantilla 22.000 personas en los próximos tres años.
Sobre la deuda de 65.000 millones de euros del grupo, Sihler afirma que el objetivo es rebajarla hasta 50.000 millones de euros a finales de 2003, lo que supondrá un ahorro por intereses de cerca de 1.000 millones de euros.
Sin embargo, el ejecutivo advierte que la mayor operadora europea acusará este año 'elevadas pérdidas', una situación que es 'insostenible a largo plazo'. Los analistas calculan que Deutsche Telekom tuvo unas pérdidas netas de 1.300 millones en el segundo trimestre, superiores un 30% a las del mismo periodo del año pasado.
Situación interina
El mes pasado, el entonces presidente ejecutivo de Deutsche Telekom, Ron Sommer, dimitió tras una controvertida gestión que disparó la deuda a 66.000 millones de euros y hundió el precio de las acciones. Sihler, que antes había sido presidente del consejo de administración, fue nombrado primer ejecutivo de forma interina.
Esta situación ha generado incertidumbre entre los inversores, que esperan una señal clara de cuál será el rumbo futuro de Telekom. Sihler, señalado como un hombre de transición, se ocupa de la reestructuración y no diseñará estrategias a largo plazo. En el mercado se espera que Deutsche Telekom aclare este otoño quién dirigirá la fase posterior al ajuste.
No acaban ahí los problemas para el grupo alemán de telecomunicaciones. La Fiscalía de Bonn ha abierto una investigación sobre Telekom, sospechosa de haber facturado a sus clientes cantidades más elevadas que el consumo real, informó un portavoz del tribunal. Este proceso judicial se puso en marcha a partir de una denuncia de la asociación de clientes Communitel, rechazada por la operadora alemana. Según Communitel, existen 'altas probabilidades' de que esta facturación telefónica se haya incrementado indebidamente un 20%.
Deutsche Telekom ya fue demandada por dos gabinetes de abogados por abuso de confianza relacionado con un programa de opciones sobre acciones para sus dirigentes.
Mientras tanto, se agrava la crisis en el mercado alemán de telefonía móvil. Mobilcom, participada por France Télécom, anunció que ha rescindido el contrato con 300 asesores externos para la construcción de la red de telefonía móvil de tercera generación (UMTS). La medida persigue recortar gastos mensuales de más de 10 millones de euros.
Las medidas de austeridad de Mobilcom se producen después de que la operadora Quam, participada por la española Telefónica Móviles y la finlandesa Sonera, anunciara la paralización del proyecto de UMTS en Alemania. Quam recortará en torno al 90% de su plantilla, ahora de 900 empleados.