Royal Bank invertirá 300 millones en una ampliación de capital del SCH
Royal Bank of Scotland está dispuesto a acudir al rescate del Santander Central Hispano y a afianzar la alianza estratégica que mantiene desde 1988. En pleno descalabro en Bolsa de los títulos del SCH, que han perdido en lo que va de año el 31% de su valor, el banco presidido por Emilio Botín comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la entidad escocesa ha ejercitado una opción para amortizar anticipadamente 295 millones de dólares (301 millones de euros) de acciones preferentes y que destinará el importe resultante a aumentar su presencia en el grupo español.
Royal Bank y SCH firmaron un acuerdo en diciembre de 2000 por el que el primero suscribía una emisión de acciones preferentes por dicho importe, una operación que suponía un claro respaldo financiero al esfuerzo realizado por Botín para comprar Banespa. La adquisición de este banco brasileño supuso un desembolso total acumulado de 4.885 millones de dólares. El banco presidido por sir George Mathewson invirtió, además, otros 442 millones de dólares en una ampliación de capital realizada por el Santander para conseguir financiación para Banespa.
La información remitida ayer a la CNMV señala que 'la ejecución de la opción tendrá lugar no más tarde del 31 de marzo', sin que portavoces del banco precisaran ayer los plazos. Tampoco concretaron a qué precio se comprarán las acciones.
En el folleto informativo registrado en diciembre de 2000 en el que se describe el acuerdo, se señala que 'las nuevas acciones serán emitidas a un tipo de emisión que será fijado en función de la media aritmética de la cotización en los cinco días hábiles anteriores a la fecha del correspondiente acuerdo de emisión'.
El precio medio de la acción del Santander en los últimos días es de 6,36 euros, lo que, de realizar hoy mismo la compra, con los 301 millones de euros reembolsados Royal Bank of Scotland podría adquirir hasta 47.327.044 acciones del banco, equivalente al 0,98% de los títulos en circulación.
Eso elevaría la presencia del banco escocés en el grupo Santander Central Hispano al 3,78%, desde el 2,8% actual. El Royal Bank of Scotland se acerca así más a los niveles de participación existentes antes de la fusión del Santander con el Central Hispano. En 1996, ésta se situaba en el 4,95%.
La participación definitiva del Royal en el grupo español puede variar, ya que depende de la cotización del dólar y del precio de los títulos en el momento en el que finalmente se ejecute la opción de compra.
En todo caso, Royal Bank of Scotland refuerza su posición de primer accionista del Santander, por delante de la Fundación Botín y del grupo de Antonio Champalimaud, que en ningún caso llegan ni al 3%.
La participación que el SCH mantiene en el Royal Bank of Scotland (8,05%) es la única que Botín considera estratégica en Europa. De hecho, en el primer semestre del año desinvirtió un 1% en Commerzbank, con lo que redujo su participación al 3,72%, y vendió el 1,50% en Société Générale.
Pese a la apuesta pública del Santander por el banco escocés, en las últimas semanas se extendió entre los analistas el rumor de que el grupo estaría interesado en vender parte de su porcentaje en el Royal Bank of Scotland, donde acumula plusvalías superiores a los 3.000 millones de euros, para recomponer su maltrecho ratio de capital. El ratio BIS cayó en junio por debajo del 12%, hasta el 10,86%, influido por la devaluación de las divisas latinoamericanas (con un efecto de -1,2%) y al incremento de la participación en Chile (-0,6%), efectos superiores a la liberación de capital que supuso la venta de Patagon America (0,6%).
Ese empeoramiento ha llevado a pensar en la venta de activos como la vía más rápida para mejorar el nivel de solvencia, aunque portavoces del banco aseguran que la participación del Royal seguía teniendo 'carácter estratégico'.
Las acciones preferentes computan como recursos propios de primera categoría, a pesar de que el Banco de España y distintas agencias de calificación han criticado el abuso que hacen los bancos de este instrumento, que consideran que deteriora la calidad de los recursos propios.
No obstante, su emisión tiene la ventaja de que los bancos han podido ampliar su base de recursos sin diluir el capital. Eso redunda en favor de los poseedores de acciones ordinarias, ya que no se reduce el resultado por acción y los accionistas no ven reducidas sus expectativas de dividendo.
Una estrecha y fructífera alianza desde 1988
El Royal Bank of Scotland siempre ha sido un socio estratégico preferente, ya desde los tiempos en que firmó una alianza con el antiguo Banco Santander, en 1988. Las dos entidades pactaron una amplia colaboración en el terreno financiero, tecnológico y comercial con el fin de sacar el máximo provecho que les brindaba una entonces futura integración europea a partir de 1992.
Siempre se han hecho favores mutuamente. El Santander llegó a colocar el 2,1% de Banesto (en 1994, después de adjudicárselo en subasta) al Royal Bank of Scotland para recuperarlo posteriormente. Pero hay uno fundamental que el banco escocés le debía al SCH: en 2000 le ayudó a financiar su fusión con el banco británico Natwest, tras una larga disputa con su rival Bank of Scotland, y se convirtió en la segunda entidad del país. El Santander aportó 1.700 millones de libras al incrementar su participación en el Royal, que pagó con 1.200 millones de libras en acciones propias de nueva emisión y otros 500 millones en efectivo, que desembolsó el 20 de marzo.
El Royal Bank of Scotland devolvió el respaldo a finales de año, después de que en noviembre de 2000 el SCH decidiera comprar el brasileño Banespa. Se tradujo en el acuerdo de compra de acciones que se materializará antes del próximo marzo.
En 1996, el banco que preside George Mathewson se convirtió en el primer accionista del Santander.
En los 14 años de estrecha alianza, las dos entidades han compartido proyectos tecnológicos, participaciones en empresas y han obtenido provechosas plusvalías (como ejemplo, el SCH ganó 240 millones de euros en marzo de 2000 tras vender el 1,3% del Royal).
El presidente del grupo español, Emilio Botín, suele mimar públicamente la alianza con el Royal mediante habituales elogios a su socio en las presentaciones de resultados.