El parón inversor de Telefónica mermará los resultados de Ericsson
La multinacional Ericsson reconoció ayer oficialmente que el parón inversor de Telefónica en Europa puede afectar a sus resultados del tercer trimestre. La operadora española había contratado la primera fase del despliegue de su red de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en España y Alemania a la firma sueca por 400 millones de euros.
La parte del pedido referente al despliegue de la red alemana ha quedado abortada y supondrá una merma de ingresos para el fabricante de equipos, que sufre la grave crisis que vive el sector. El otro suministrador de la primera fase de la red UMTS de Telefónica en España y Alemania es Nortel. En su conjunto, el coste completo de ambas redes podría ascender a 6.000 millones de euros.
En declaraciones al diario Financial Times el director financiero de la empresa, Stan Fornell, añade que al mismo tiempo esa decisión de Telefónica tiene una vertiente positiva, la reducción de su fuerte posición deudora por financiación a clientes.
De hecho, uno de los factores actuales de riesgo para Ericsson es ese pasivo, que hoy totaliza 27.000 millones de coronas (2.900 millones de euros), según precisó ayer el presidente ejecutivo del grupo, Kur Hellstroem, al presentar el folleto oficial para realizar una emisión de derechos de suscripción de acciones.
Esta operación permitirá al grupo obtener 30.000 millones de coronas (3.222 millones de euros).
Según las previsiones del fabricante, la inyección de fondos facilitará al consorcio sueco soportar la fase recesiva actual de los mercados mientras que llega la reactivación de la demanda en el sector de las telecomunicaciones en todo el mundo.
Mientras tanto, Ericsson calcula que este año la venta de sistemas móviles, que es su principal área de actividad, se reducirá un 15% como mínimo.
La ansiada mejoría del mercado de telecomunicaciones se espera para el año 2003, según Hellstroem. 'Creemos que en algún lugar está el suelo (de la crisis en el sector) y que nos estamos acercando a él', agregó.
Por otra parte, el presidente del consejo de administración de Ericsson, Michael Treschow, precisó que 'si hay algún error de apreciación debido a que la situación del mercado se deteriore todavía más, tenemos mecanismos y actividades para ejecutar durante todo el periodo'.
Junto a esta ampliación, el grupo reconoció que podría acometer una inyección paralela de fondos en su deficitaria filial de fabricación de teléfonos móviles, Sony Ericsson, por un valor de 500 millones de euros, en función de los acuerdos que ha firmado con el fabricante japonés.
Sony Ericsson perdió dinero en el segundo trimestre y prevé cerrar con déficit el ejercicio en curso.