El beneficio de la gran banca europea cae un 20% por la crisis de los mercados
Los grandes bancos europeos afrontan ahora un periodo marcado por la incertidumbre de la recuperación después de haber salido considerablemente dañados en un primer semestre crítico. La caída media de sus resultados fue del 20%, con estrepitosos descensos como el 75,4% del cuarto banco alemán, Commerzbank -que en el segundo trimestre prácticamente perdió todas sus ganancias, reducidas a dos millones de euros-, o del 59,8% del primer banco holandés, ABN Amro.
Ni siquiera los dos grandes bancos españoles, el Santander Central Hispano y el BBVA, han podido esquivar la merma de beneficios, algo que habían logrado hasta ahora. Han ganado un 13,4% y un 8,9% menos, respectivamente.
El primer banco europeo, Deutsche Bank, es el tercero con mayor caída del resultado, de un 34%, lastrado por las provisiones. Ha tenido que duplicarlas hasta los 588 millones debido al mayor riesgo en los créditos, entre los que se encuentra el concedido al gigante de telecomunicaciones estadounidense Worldcom, que ha quebrado, con lo que el pago puede descartarse prácticamente.
Sólo el Royal Bank of Scotland (primer accionista del SCH) ha conseguido aumentar su beneficio neto interanual un 16%.
El cúmulo de situaciones negativas ha impedido a los bancos salvar el semestre con buenas cifras. A la larga crisis general de las Bolsas se han unido en el último año la estela de escándalos de contabilidad fraudulenta en EE UU (casos Enron, Worldcom, etc.) y la crítica situación de los países de América del Sur (Argentina, Brasil y Uruguay). Y de fondo, la debilidad económica en Europa que no acaba de poner el pie en la senda de la recuperación.
Son, en definitiva, las tres crisis que ha tenido que afrontar la banca desde junio de 2001, agravadas por el clima de desconfianza que han generado los episodios de contabilidad creativa en inversores y accionistas. En el tercer trimestre del año pasado, las cuentas de las entidades entraron en declive, que luego pasó a franca caída, motivada por los atentados del 11-S y los primeros efectos negativos de la desaceleración económica.
Después, el cierre del año 2001 se presentó como el peor desde 1997 y la tendencia negativa ha seguido reforzándose este ejercicio.
Señales de recuperación
Los expertos creen que los bancos se encuentran ahora en pleno periodo de transición en el que aún ven difícil asegurar el inicio claro de la recuperación en el segundo semestre. Si bien apuntan un escenario de mejoras.
Por un lado, la situación de incertidumbre en Brasil se ha aliviado de forma considerable gracias a que EE UU, con posición predominante en las decisiones del Fondo Monetario Internacional, ha preferido evitar el contagio de la crisis en el norte de la zona (su vecino México, por ejemplo). Esto se ha traducido en un préstamo del FMI de 30.000 millones a Brasil. La decisión beneficia directamente al SCH y a ABN Amro, las dos entidades con mayor riesgo por su presencia en el país (el grupo español controla Banespa, tercer banco privado).
En el frente económico, el Banco Central Europeo esboza una suave recuperación en los próximos meses, aunque todo dependerá de que la tranquilidad vuelva a las Bolsas. Los analistas señalan que así debería suceder en el segundo semestre. El Banco de España se muestra más optimista, aunque admite que las señales de reactivación no siempre son claras.
Una primera señal es que, pese a los malos resultados del Deutsche Bank, expertos como el banco de inversión Goldman Sachs esperan una espectacular subida del beneficio neto al cierre del año (2.857 millones), más del doble que del logrado en junio.
El sector amplía los ajustes y prevé eliminar 94.520 empleos
La ola de recortes de empleo se ha acentuado tras el semestre negro de la banca. Las grandes entidades han decidido reforzar los planes de reducción de plantilla que comenzaron ya en el año 2000 para compensar los efectos de la crisis. En total, planean eliminar 94.520 puestos de trabajo, según los datos de la agencia Bloomberg.
El alemán Deutsche Bank encabeza la lista, con un programa para suprimir 14.470 empleos. Le sigue el Santander Central Hispano, que prevé prejubilar a 11.000 en todo el grupo (3.000 en España). El plan del BBVA afectará a 8.000 empleados. En el ámbito nacional ya ha materializado gran parte de la reducción prevista: 900 puestos de trabajo. Ambos han rebajado en 450 millones el beneficio previsto para el final del año.
El más drástico es el recorte de otros 3.000 empleos en el tercer banco alemán, Dresdner, que ha impuesto su mayor accionista, la aseguradora Allianz y que se unen a los 8.000 ya anunciados.
En el gigante europeo, el Deutsche, la restricción de gastos será determinante para que sus resultados evolucionen mejor y 'aumente su credibilidad' ante los inversores, según el banco de inversión Goldman Sachs, que estima un descenso de costes del 12%.
Duro recorte de gastos y venta de participaciones son dos de las opciones que más han aplicado las entidades para mejorar sus cuentas, también influidas por el considerable aumento de las provisiones.
Para los dos grandes españoles y para la banca francesa, el rendimiento del negocio minorista nacional ha sido un pilar esencial para compensar la peor evolución de otros.