La reestructuración de las aerolíneas europeas empieza a dar resultados
En el sector de las aerolíneas la palabra clave este año es reestructuración. Léase despidos, alianzas, abaratamiento de los precios de los billetes y reducción de vuelos.
En Europa, las medidas adoptadas por las principales compañías aéreas para afrontar la crisis parecen haber dado resultado, a tenor de las cifras presentadas este año.
En EE UU, sin embargo, las cinco primeras aerolíneas han informado en el primer semestre de 2002 de unas pérdidas (3.164 millones de euros) superiores a las registradas en la primera mitad de 2001 (1.779,8 millones).
Ahora la duda está en si las europeas lograrán mantener los beneficios a lo largo del año una vez implantadas agresivas reestructuraciones. Y en EE UU el interrogante es si las ayudas gubernamentales al sector aprobadas por el Congreso tras los atentados del 11 de septiembre, 5.000 millones de dólares, además del ofrecimiento de otros 10.000 millones en préstamos, puede limitar la competencia y conducir a una mayor intervención del Gobierno de Bush.
Las cifras aportadas por las europeas han sido en la mayoría de los casos tan positivas que se ha llegado a hablar de una burbuja aérea.
British Airways, la mayor de Europa, anunció en mayo de este año los peores resultados de sus 15 años de historia como empresa privatizada (unos números rojos de 326 millones). Los expertos habían previsto unas pérdidas superiores a 600 millones. Tres meses después la sorpresa fue aún mayor. La compañía que preside Rod Eddington ha informado de unos beneficios de 63,5 millones en el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2002-2003 (entre abril y junio), cuando los analistas habían pronosticado unas pérdidas superiores a 20 millones. La reducción de costes aplicada se ha traducido en beneficios, a pesar de que la facturación en el mismo periodo fuera de 245 millones menos que en 2001.
La política seguida por British es similar a la del resto de operadores europeos. KLM e Iberia han presentado beneficios en los resultados ofrecidos durante el actual ejercicio. Lufthansa ha asegurado que espera que sus ganancias operativas pasen de los 28 millones de 2001 a 400 millones en 2002. Air France, inmersa en un proceso de privatización, prevé mejorar las ganancias logradas en el pasado ejercicio. Pero la facturación de todas ellas, a excepción de Lufthansa, la única que ha presentado pérdidas en el actual ejercicio, ha disminuido durante este año.
Alianzas contra la crisis
Tanto en EE UU como en Europa, las aerolíneas han acudido a las alianzas para reducir costes. Y las autoridades se han mostrado flexibles.
El viernes pasado la Oficina de Competencia del Reino Unido eximió de la aplicación de las normas reguladoras a una alianza propuesta por la británica Bmi British Midland y la estadounidense United Airlines, por entender que los beneficios a los consumidores 'compensará los efectos anticompetencia'. El mismo día Iberia y la irlandesa Aer Lingus ampliaron su oferta de vuelos compartidos. En julio fue aprobado un pacto de colaboración entre Iberia y British para realizar códigos compartidos.
La semana pasada el diario The Wall Street Journal publicaba que las estadounidenses Delta Air Lines, Continental y Northwest buscan un acuerdo para compartir vuelos. Incluso se plantean integrar en esta colaboración a Air France, según el rotativo, y hacer frente así a otra alianza acordada por United Airlines y US Airways. También este año, el Departamento de Transportes de EE UU ha aprobado un acuerdo entre American Airlines y la suiza Swiss para operar de forma conjunta 35 destinos.
Las compañías de vuelos baratos, más fuertes
Las aerolíneas que ofrecen vuelos baratos son actualmente la envidia del sector. Hasta el punto de que las grandes compañías aéreas han empezado a imitarlas.
La alemana Eurowings, participada por Lufthansa, planea crear una filial de vuelos baratos entre distintos destinos, entre ellos Alemania y España, por menos de 20 euros el trayecto, según una información publicada el viernes pasado por una revista germana especializada que no fue desmentida por las compañías. British Airways, que vendió en 2001 su división de vuelos baratos Go, ofrece este año viajes nacionales por un precio que puede alcanzar descuentos hasta del 70%.
La británica Easyjet anunció la semana pasada la cancelación de cuatro vuelos diarios. Mientras que las grandes compañías se ven obligadas a suspender vuelos por falta de pasaje, Easyjet tiene que reducir el número de vuelos porque las tripulaciones no dan a basto con un aumento de pasajeros como el registrado en julio, del 62%. Su rival irlandés, Ryanair, ha presentado el mayor incremento de beneficios logrados en un trimestre, 39 millones de euros en los primeros tres meses de su ejercicio fiscal, y un aumento del número de pasajeros del 41% en julio.
En EE UU, según UBS Warbug, las operadoras baratas representan el 20% de la capacidad aérea, frente al 6% que tenían a principios de los noventa. La aerolínea de vuelos baratos Southwest, la principal en EE UU, ha superado a las principales compañías aéreas estadounidenses en ingresos por pasajero, según The Wall Street Journal.