Beneficiarse de las subidas
Los derivados permiten sacar provecho de un alza futura de la Bolsa sin tener que identificar los momentos de entrada y salida. Para ello se invierte una cantidad en renta fija y a la vez se vende una opción de venta o 'put'
Nos encontramos sumergidos en un mercado bajista en el que las subidas duran muy poco y empiezan a ser interpretadas como oportunidades de venta. Cualquier rally que la Bolsa tenga en una sesión se desvanece en las siguientes y las estrategias clásicas de comprar y mantener sólo nos llevan a ver cómo el capital disminuye día a día. ¿Cómo obtener rentabilidad en situaciones así? La primera respuesta es la regla clásica de comprar barato y vender caro.
Por ejemplo, una sesión como la del martes 6 de agosto en que el índice Ibex fue desde los 5.815 puntos hasta los 6.220, subiendo un 7%, es una oportunidad para sacar en un día una buena rentabilidad. Para estas situaciones los instrumentos derivados son una alternativa perfecta, ya que nos permiten obtener una rentabilidad mucho mayor que el contado gracias al apalancamiento. Por ejemplo, en los futuros sobre el Ibex hay que depositar 700 euros de garantías, lo que supone un 11% aproximadamente del valor del contado. Al ser menor el dinero depositado, tanto las pérdidas como las ganancias se multiplican. El problema, en ambos casos, es identificar esos niveles de entrada y salida en el momento en que el mercado está abierto y los títulos negociándose.
Comprar por debajo del precio de ejercicio
Pero vamos a repasar otra estrategia que nos servirá para beneficiarnos hoy de una subida futura sin la dificultad de identificar momentos de entrada y salida. Se trata de invertir una cantidad de dinero en renta fija y a la vez vender una opción de venta o put. Con la venta de la put nos comprometemos a comprar los títulos subyacentes si el valor de éstos cae por debajo del precio de ejercicio -el comprador de la put ejercerá la opción de venta al estar el precio del contrato por encima del de mercado-, de modo que es importante que vendamos una put sobre un título que nos guste y no nos importe incorporarlo a nuestra cartera si se da el caso. Destinaremos a la compra de esas acciones el dinero que tenemos invertido en renta fija. Si el precio de los títulos sube, la put que hemos vendido no será ejercida y podremos quedarnos con la prima que se suma a la rentabilidad obtenida por la renta fija.
El BBVA nos va a servir para ilustrar con números esta estrategia. El valor ha bajado un 34% durante 2002 y esta bajada parece tener ya reflejadas las malas noticias del año -como los efectos de la crisis latinoamericana- y parece bastante probable que el título se recupere desde los niveles actuales. En cualquier caso es un valor que nos gusta y no nos importaría ser accionistas. Vamos a vender opciones put cuyo precio de ejercicio sea cercano al precio actual de la cotización del BBVA (opciones at the money). Encontramos opciones con precio de ejercicio de nueve euros y vencimiento en diciembre. Hasta diciembre nos parece un buen plazo de tiempo para que las acciones de BBVA se recuperen o para comprarlas. Para comprar acciones del BBVA tenemos 9.000 euros, como cada opción tiene 100 acciones de subyacente, podemos vender 10 opciones. Si son ejercidas, tendremos que comprar 1.000 acciones a 9 euros cada una. Vemos en el mercado que el valor teórico de las puts es de 0,99 euros; en concreto estas opciones que nosotros queremos vender no se han negociado hoy en el mercado, pero vamos a suponer que podemos venderlas a su precio teórico. Nos embolsaremos un total de 990 euros. Supongamos, por último, que con la renta fija podemos obtener un 3,5% anual.
Si en diciembre el BBVA cotiza por encima de 9 euros, nuestras opciones vencerán sin ser ejercidas y habremos sacado una rentabilidad total del 12,17% a nuestro dinero: un 1,17% de la renta fija durante cuatro meses más un 11% de las primas de las opciones vendidas. Y si las acciones del BBVA cotizan por debajo de 9 euros, emplearemos el dinero en comprar las acciones, pero los intereses ganados y las primas cobradas nos servirán para minorar el precio efectivo de compra. En realidad, podemos decir que adquirimos las acciones a un precio de 7,905 euros por acción (9 euros menos 0,105 euros ganados con los intereses y menos 0,99 euros de la prima).
Una ganancia del 110% con 'call' sobre Endesa
La elevada volatilidad reinante en los mercados de valores está convirtiendo la inversión a través de derivados en una lucrativa apuesta, eso sí, si se acierta con la dirección que van a tomar las Bolsas. Esta semana, numerosos valores españoles se han beneficiado del acuerdo alcanzado entre el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno brasileño, lo que provocó el jueves un repunte de envergadura de la Bolsa.
En este contexto, los inversores que hayan apostado por subidas bursátiles, a través de opciones de compra (call), habrán escogido la estrategia acertada. Sin duda la estrella de la semana en este sentido es la call de Endesa con vencimiento el 20 de septiembre y precio de ejercicio en 11 euros. La prima de la opción ha pasado de 0,89 a 1,87 euros, gracias a la revalorización del 13,22% que ha experimentado la acción subyacente. La ganancia, para el comprador de esta call, asciende al 110,11%.
Similar ganancia habrá obtenido el comprador de la opción de compra de TPI con precio de ejercicio en 3,60 euros. La ganancia del subyacente, del 12,19%, ha impulsado el precio de la prima, que ha pasado de valer 0,28 euros a 0,56 euros. La ganancia, por tanto, alcanza el 100%.
La prima de la opción de compra de Bankinter, con precio de ejercicio en 27 euros, también ha experimentado un alza, al pasar de 1,43 a 2,67 euros. La ganancia, en este caso, asciende al 86,71%.
Pero también ha habido oportunidades en las put. Así, por ejemplo, la caída del 7,16% de Indra ha permitido una ganancia del 70% a los inversores que hayan apostado por su caída a través de la opción de venta con precio de ejercicio en 7,5 euros.