El FMI devuelve a los inversores la confianza en la economía brasileña
El acuerdo con el FMI parece haber disipado la incertidumbre sobre la economía brasileña. El crédito anunciado, que será aprobado por el consejo del Fondo en septiembre, 'ha supuesto un gran impulso a la confianza en Brasil', afirma Lacy Gallagher, analista especializada en Latinoamérica del Credit Suisse First Boston.
El acuerdo se ha anunciado dos días después de que el secretario estadounidense del Tesoro, Paul O'Neill, mostrara en Brasilia su confianza en la economía de este país y auspiciara un nuevo pacto con el Fondo. La gira de O'Neill por el Cono Sur dejó también un dulce sabor de boca en Uruguay, país al que EE UU concedió un crédito puente de 1.500 millones de dólares (similar cantidad en euros). El esfuerzo de Washington por apoyar a la región fue, sin embargo, menos nítido en Argentina, donde O'Neill sólo se comprometió a acelerar un crédito ante el FMI.
El temor a que Brasil siguiera los pasos de Argentina y suspendiera los pagos de su deuda se había visto intensificado en las últimas semanas por las encuestas electorales, que dan la victoria a los candidatos de la izquierda.
Sin embargo, los expertos creen que el temor no se correspondía con la realidad. 'No contemplábamos la suspensión de pagos, pero esto el crédito da confianza a los inversores', señala Estefanía Ponte, analista de Beta Capital. El Gobierno debe hacer frente al pago de 116.600 millones de reales (41.600 millones de dólares) de deuda pública este año, de 170.000 millones de reales en 2003 y de 298.000 millones a partir de 2004. 'La magnitud del programa es suficientemente grande para financiar los pagos de Brasil hasta el final del año sin ningún problema', aseguran Pablo Leme, analista de Goldman Sachs.
El crédito sorprendió por su elevado monto, el mayor concedido por el Fondo. El FMI dará 30.000 millones de dólares al país latinoamericano, de los que un 80% (24.000 millones de dólares) serán desembolsados en 2003. El resto se entregarán tras la aprobación del consejo ejecutivo del Fondo, que se producirá a primeros de septiembre.
'Es una cantidad muy fuerte y supone un balón de oxígeno para los mercados financieros', afirma Ponte. Con este préstamo, Brasil se convierte en el primer país deudor del Fondo, quitándole el puesto a Turquía. Los 30.000 nuevos millones de dólares, 10.000 millones más de lo que se esperaba, se suman a los 15.000 millones concedidos el año pasado, de los que 2.000 millones están todavía disponibles.
El préstamo estará sometido a revisiones trimestrales y, en principio, no aumenta los requisitos, sino que reitera la obligación de mantener un superávit fiscal del 3,75% del PIB. El acuerdo reduce además en 10.000 millones de dólares, hasta 5.000 millones, las reservas extranjeras que debe tener el banco central. Esta medida 'frenará la depreciación del real', augura Ponte, en referencia a una mayor maniobrabilidad del banco. El presidente del organismo, Arminio Fraga, declaró ayer que la autoridad monetaria abandonará sus intervenciones en el mercado cambiario de 50 millones de dólares diarios, que ha venido realizando para frenar la caída de la divisa, informa Reuters. Fraga dijo que, de acuerdo con el pacto, si la intervención en el mercado excede los 3.000 millones de dólares en 30 días, Brasil debería volver a 'dialogar' con el organismo.
En las últimas semanas la divisa brasileña cayó a mínimos históricos por el avance en las encuestas de los dos candidatos de la izquierda, Ciro Gomes y Luiz Inácio Lula da Silva, frente al candidato oficialista, José Serra. 'A corto plazo el crédito es muy positivo, pero a largo plazo dependerá de las políticas del nuevo presidente', advierte Gallagher.
Brasil dio ayer otra buena noticia a los inversores sellando un acuerdo con Bruselas que facilitará el acceso de sus productos textiles al mercado de la UE a cambio de limitar sus tarifas.