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Bolsas en el mundo

Latinoamérica se fija más en Wall Street que en la visita de O'Neill

La desconfianza, instalada desde hace meses en las Bolsas del mundo, se ha cebado recientemente con los mercados latinoamericanos. La grave situación económica que atraviesan muchos de estos países, con débiles tasas de crecimiento, sumada a los problemas financieros que se iniciaron en Argentina, han hecho tambalear los índices bursátiles.

La jornada de ayer fue una nueva muestra del nerviosismo. Los índices, al compás de Wall Street, se anotaron notables descensos, a pesar de los esfuerzos del Gobierno estadounidense para tratar de calmar los ánimos. El deterioro de los mercados de EE UU, de nuevo en zona de mínimo anual, se llevó por delante, una sesión más, los mercados latinoamericanos. Las caídas en la mayor parte de estas plazas fueron similares a las de Wall Street, que perdía un 3,24%.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, inició en Brasil una visita por tres de los países latinoamericanos con problemas económicos más acuciantes. O'Neill continuará su recorrido por Uruguay y Argentina, en un esfuerzo por intentar restaurar la confianza de los inversores con el mensaje de que el Gobierno estadounidense apoyará la recuperación de la región siempre que se cumplan los requisitos exigidos por el FMI. Los tres países buscan conseguir ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional, en el que Estados Unidos es el principal accionista.

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Sin embargo, y a pesar de los buenos propósitos, la situación dista mucho de guardar la calma. En Uruguay, la banca reabrió sus puertas después de cuatro días de inactividad. æscaron;nicamente los bancos Comercial y de Crédito, que se enfrentan a problemas de liquidez, además de las entidades Montevideo y Caja Obrera, que estaban intervenidos desde junio, permanecieron cerrados.

Vuelta a la normalidad

A pesar de la frágil vuelta a la normalidad, los inversores mantienen la desconfianza. El índice Bloomberg, que mide el diferencial medio de los bonos del país denominados en dólares con una referencia global, se situaba en torno a los 2.600 puntos básicos después de alcanzar máximos la pasada semana, por encima de los 3.000 puntos básicos.

El FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concedieron una ayuda de 1.500 millones de dólares al país, que le fue adelantado por el Tesoro de Estados Unidos como un crédito puente. Es la primera vez que el Gobierno de George Bush aprueba una ayuda directa a un país en crisis, que será devuelta cuando los organismos internacionales aprueben los desembolsos, lo que está previsto para el próximo jueves.

Desde principios de año, Uruguay, considerada la Suiza de América Latina por su condición de paraíso fiscal, ha perdido la mitad de los depósitos bancarios y un 80% de las reservas extranjeras. El temor de que el Gobierno congele los depósitos bancarios, tal y como hizo Argentina en diciembre, ha desencadenado esta situación.

La Bolsa de São Paulo continuaba, igualmente, inmersa en el desconcierto. El real se situaba en torno a los 3,1 dólares por unidad, mientras el riesgo país quedaba cerca de los 2.140 puntos básicos. Los responsables económicos del país se esfuerzan por conseguir, al igual que Uruguay, respaldo adicional del FMI. Sin embargo, en contra del país suramericano pesa el nerviosismo generado entre los inversores por el ascenso de los candidatos de la izquierda en las encuestas de intención de voto en las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre.

Con el agravamiento de la crisis, las Bolsas han quedado plagadas de pérdidas en lo que va de año. El mercado brasileño retrocede desde enero cerca de un 30%, y Chile, más del 8%. México, que ha alcanzado el grado de inversión para las principales agencias de calificación de deuda, cae el 13%. Solo Argentina avanza, el 18%, gracias al impulso del primer trimestre, cuando subió más del 45%.

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