Multa de 45 millones a Boliden por los vertidos de Aznalcóllar
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Medio Ambiente, decidió ayer imponer a la empresa Boliden-Apirsa una sanción de 45 millones de euros para pagar los costes de reparación ambiental en el parque natural de Doñana. La rotura de la balsa de residuos de las minas de Aznalcóllar (Sevilla) en abril de 1998 originó un desastre ecológico en la zona a partir de los vertidos tóxicos en el río Guadiamar.
Aunque la multinacional sueca ha declarado la suspensión de pagos de su filial y, de hecho, la empresa ya no existe, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer que la multa deberá ser abonada por la propia Boliden 'o por aquellos que detenten los derechos sobre ella'.
En noviembre de 2001, la sección tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla procedió al archivo de las actuaciones penales contra la empresa. Por ello, se acordó reiniciar la tramitación del expediente de sanción administrativa, que concluyó ayer.
Vehículos con ecoetiqueta
El Consejo de Ministros también aprobó ayer un real decreto por el que se obliga a los fabricantes de automóviles a colocar en un lugar visible una etiqueta en la que se especifique el consumo de combustible y las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Esta medida, que no entrará en vigor hasta el próximo 30 de noviembre, se pone en marcha en cumplimiento de una directiva europea en la que se establece la necesidad de reducir las emisiones de gas y el consumo de energía, a fin de cumplir el compromiso comunitario de reducir un 8% las emisiones de seis gases contaminantes para antes de 2010. Este compromiso se fijó en el Protocolo de Kioto.
La etiqueta contendrá información sobre la marca y modelo del vehículo, su consumo en ciudad, carretera y la media ponderada, así como las emisiones de dióxido de carbono, expresadas en gramos por kilómetro. Se podrá incluir también un cuadro comparativo del consumo del turismo en cuestión con el de otros similares.