Las aseguradoras promueven una póliza de responsabilidad ambiental
Álvaro Muñoz López, presidente de la patronal de entidades aseguradoras y reaseguradoras, Unespa, concibió en 1994 la idea de diseñar seguros para que los empresarios pudieran cubrir su riesgo de tener que sufragar multas y otros costes por tener un accidente que contamine el agua, el aire o el suelo. Hasta la fecha, 3.750 empresas han solicitado un seguro de este tipo. Antes de suscribirlo, se analiza su riesgo a través del Pool Español de Riesgos Medioambientales, una agrupación de entidades de seguros, que mañana presentará sus resultados anuales a la junta de accionistas.
Álvaro Muñoz considera que el Pool Español de Riesgos Medioambientales -que preside desde su fundación, además de Unespa y la aseguradora Musini- 'está ya en condiciones de andar solo'. De hecho, el resultado técnico de esta unión de entidades de seguros se estima que roza los 400.000 euros para 2001. Con 1.050 pólizas emitidas en vigor y un aumento de los ingresos por primas en torno al 37%, Muñoz cree 'conveniente que haya renovaciones en la presidencia' del Pool, que mañana celebra su asamblea.
Esta unión de entidades de seguros se constituyó como una agrupación de interés económico en mayo de 1994, promovida por Musini, Mapfre, Banco Vitalicio, La Unión y el Fénix (que fue absorbida por Allianz), Aurora Polar (hoy Axa Seguros), Winterthur y Catalana Occidente. La idea era reasegurarse entre ellas para poder afrontar conjuntamente el elevado riesgo crediticio que supone compensar los daños que pueden sufrir terceras personas, o incluso la flora y la fauna, por eventuales escapes o vertidos de emisiones contaminantes al agua, aire o suelo de las fábricas aseguradas.
Tras desechar la idea de denominarse simplemente 'Pool de Contaminación', empezaron a operar en 1995 y se unieron otras compañías (Azur, Bilbao, Fiatc, Imperio, Previsión Española, Caser, Estrella, Groupama, La Unión Alcoyana y Sabadell), además de las reaseguradoras GE-Frankona, Gerling Globale Rück, GeneralCologne, Münchener Rück, Nacional de Reaseguros, Scor Reassurance, Swiss-Re y, desde 1997, el Consorcio de Compensación de Seguros.
Cada compañía impone su tarifa para el seguro a partir del criterio de costes que le proporcionan los técnicos del Pool tras evaluar el riesgo.
'Hoy el Pool Español es un referente internacional, junto con el italiano, el holandés y, sobre todo, el francés, en los que nos inspiramos', afirma Álvaro Muñoz. En su experiencia, con los seguros de responsabilidad ambiental 'sucede lo mismo que antes con los de aviación', que se contrataban como parte del seguro general de transportes. De la misma manera, explica Muñoz, 'se pretende separar la responsabilidad ambiental de la civil'. En un accidente por traslado de residuos peligrosos, por ejemplo, el seguro de transporte cubriría la pérdida de mercancía, mientras que el de responsabilidad ambiental garantizaría las labores de recuperación de la zona contaminada.
Curiosamente, son las pymes las más interesadas en los 'seguros de contaminación' -como se les conoce popularmente-, mientras que las grandes aún prefieren optar por contratar esta garantía dentro de sus seguros de responsabilidad civil.
El Pull ha recibido 3.750 solicitudes hasta la fecha, aunque sólo 1.400 han llegado a firmar la póliza. Los técnicos acreditados por esta agrupación (60 hasta la fecha) emiten sus informe de riesgo, aportando, en muchos casos, recomendaciones de mejora.
El director gerente del Pool, José Luis de las Heras, explica que 'las empresas solicitantes son muy variadas, desde almacenistas de papel o chatarra a metalúrgicas, mataderos o laboratorios'. No siempre se trata de compañías muy contaminantes. La Ley de Residuos 10/1998 ha elevado sustancialmente el riesgo de incidencia ambiental, al extender la responsabilidad por daños por contaminación incluso cuando se producen en el terreno del propio titular. De las Heras afirma: 'Cuando una multinacional viene a invertir en una empresa, lo primero que hace es analizar el suelo'.
El sector se opone al seguro civil obligatorio
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ha confirmado a Europa Press que el proyecto de ley de responsabilidad civil ambiental que su departamento ha preparado esperará a que se apruebe la directiva europea que, afirma, 'está a punto de ver la luz. La Comisión Europea presentó una propuesta de directiva al respecto el pasado 23 de enero. El ministro asegura que el proyecto de ley responderá a la necesidad de evitar que no queden impunes casos de vertidos desastrosos como el tristemente conocido de la empresa Boliden, por la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar.
Es previsible que este desarrollo normativo redunde en un mayor interés por los seguros de responsabilidad ambiental. De hecho, el Gobierno tiene tendencia a exigir cada vez más la contratación de seguros de responsabilidad civil como garantía de control. Pero el director gerente del Pool de Riesgos Medioambientales, José Luis de las Heras, demuestran sus reticencia ante esta medida. Menciona en concreto el Reglamento 833/1988 de Residuos Tóxicos y Peligrosos, cuyo artículo sexto obliga a los gestores de estos desechos a contratar un seguro de responsabilidad civil, que deberá cubrir 'los costes de reparación y recuperación del medio ambiente alterado' en caso de incidencia. En su opinión, 'esta normativa es muy imprecisa' y su clarificación se va haciendo especialmente urgente a medida que se están incorporando a la categoría de gestores de residuos peligrosos a nuevos agentes, como, recientemente, los desguazadores de automóviles.