La depreciación del real acerca su cotización a la del peso argentino
La situación de Brasil no cesa de empeorar. Mientras la crisis argentina atraviesa un compás de espera, derivado del relativo control de la emisión monetaria que impide que el dólar se dispare, Brasil parece haberse situado en una crítica fase marcada por una desconfianza cada vez mayor de los mercados en la capacidad del país para afrontar sus obligaciones de la deuda pública.
El riesgo-país, que en la apertura de la jornada había descendido el 8%, volvía a subir a media jornada. La caída inicial de este indicador se debió a que el Banco Central comenzó a intervenir en el mercado desde el comienzo de las operaciones, vendiendo hasta mitad de la rueda unos 100 millones de dólares. También ofreció otros 100 millones para recomprar, en 90 días, a un precio similar al de hoy, para intentar calmar la ansiedad del mercado. De la bajada del comienzo, el riesgo-país estaba en 2.281 puntos básicos, apenas un 4,6% más respecto al cierre del martes.
El dólar, verdadero termómetro del grado de confianza o desconfianza del mercado, abrió ayer a 3,35 reales, para luego subir rápidamente hasta alcanzar los 3,61 y caer, posteriormente, a 3,5 reales.
Todo esto ocurre mientras una misión económica de Brasil negocia en Washington con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la concesión de una nueva asistencia financiera que sirva para mostrar a los mercados que el país cuenta con el apoyo internacional y que hará frente a sus compromisos. Las negociaciones durarán varios días. Así, el portavoz del FMI, Francisco Baker, manifestó al respecto que ¢las previsiones son que la delegación brasileña esté aquí por lo menos hasta finales de esta semana y tal vez más tiempo¢.
Según informes financieros, Brasil solicitará al FMI un nuevo crédito de al menos 20.000 millones de dólares, con el objetivo de frenar la caída libre del real frente al dólar. Además, el Gobierno brasileño espera que le sea permitido reducir el nivel mínimo de sus reservas internacionales líquidas, actualmente en 15.000 millones de dólares, para que el Banco Central disponga de más recursos para inyectar al mercado cambiario. El programa vigente con Brasil, por 15.000 millones de dólares, vence en diciembre próximo, aunque el país tiene todavía la posibilidad de retirar 1.000 millones.
El acuerdo con el Fondo se complica por la proximidad de las elecciones presidenciales del próximo 6 de octubre. El organismo crediticio va a evaluar los programas de los principales candidatos, algunos de los cuales han criticado el peso de ese organismo en la política económica brasileña. El candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva sigue primero en las encuestas.
Crítica de Duhalde
En este contexto, el presidente argentino Eduardo Duhalde dijo ayer que ¢es evidente que tenemos que cambiar y que el modelo económico que hemos puesto en vigencia hace ya muchos años colapsó¢.
El mandatario argentino se refería así a la crisis regional que afecta a su país, Uruguay, Brasil y Paraguay, y admitió que Argentina ¢contagió¢ a Uruguay, que dispuso un cierre de los bancos por toda la semana para evitar que continúe la salida de fondos del sistema bancario. Aunque medios financieros lo ponen en duda, el presidente argentino afirmó, por otra parte, que su Gobierno ¢está cerca¢ de firmar un acuerdo con el FMI que, dijo, se concretará en agosto.