Uruguay cierra los bancos por un día ante la acelerada fuga de depósitos
El Banco Central de Uruguay ordenó ayer declarar el día festivo para los bancos argumentando que la decisión se debía a que los bancos Montevideo y Caja Obrera 'incumplían la normativa vigente'. Estas entidades, que negociaban una fusión, fueron intervenidas el 21 de junio cuando se descubrió que sus directores desviaron dinero a las Islas Caimán.
Sin embargo, los rumores apuntaban a que la decisión fue adoptada por el Gobierno como medida de urgencia ante la fuga de depósitos sufrida por las entidades este año. El sistema bancario uruguayo ha perdido en los primeros siete meses del año casi un 40% de sus depósitos, retirados debido al corralito financiero de Argentina y a la incertidumbre que pesa sobre la región.
El Banco Central ha utilizado 1.300 millones de dólares de sus reservas para respaldar las cancelaciones de los depósitos. Muchos ahorradores temían ayer que el cierre de los bancos fuera el anticipo de un corralito en Uruguay, pese a que el Gobierno adelantó que el cierre sería sólo de un día.
Algunos analistas han señalado que el cierre podría ser parte de las exigencias del FMI, con el que representantes del Gobierno negocian en Washington un crédito de 750 millones de dólares para aliviar su situación, que sería el tercero este año. La noticia del cierre bancario provocó una fuerte caída de la divisa uruguaya. El peso retrocedió hasta cambiarse a 35 unidades por dólar frente a las 27 unidades del día anterior.
Ajuste en Paraguay
En el contexto de la crisis de la región, Paraguay anunció ayer un duro ajuste presupuestario consensuado entre el Gobierno y el FMI para acceder a un nuevo crédito de contingencia de 200 millones de dólares.
El ministro de Hacienda, James Spalding, anunció que el país debe asumir 'duros ajustes para demostrar que el proceso de reformas sigue adelante y que hay seriedad con el plan de austeridad'.
La semana pasada se alcanzó un principio de acuerdo con el Fondo, que recoge una reducción del Presupuesto general de gastos para el segundo semestre por 105.000 millones de guaraníes (16,1 millones de dólares).
El recorte afectará a varios ministerios y a los fondos que el Estado destina a los partidos políticos.