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Sanidad

El sector del tabaco presiona para impedir el veto a la venta automática

El sector del tabaco vivió un terremoto el pasado 31 de mayo. Ese día, el Ministerio de Sanidad, entonces todavía dirigido por Celia Villalobos, desveló un borrador del Plan Nacional de Prevención y Control de Tabaquismo 2002-2004, en el que, entre otras medidas de limitación de consumo de tabaco, se prohibía la venta a través de máquinas automáticas.

Todos los estamentos del sector tabacalero en España se quedaron absolutamente estupefactos ante la iniciativa de Sanidad, que argumentaba que con la prohibición pretendía impedir el acceso de los menores de edad a la venta de tabaco.

El Comisionado del Mercado de Tabaco ha optado ahora por intentar encauzar el temor a la prohibición que existe entre compañías tabacaleras, estanqueros, consumidores y fabricantes de máquinas. El ente presidido por Tomás Suárez Inclán pretende dirigir un grupo de trabajo compuesto por todos los estamentos del negocio tabacalero para elaborar una serie de propuestas y recomendaciones que hagan ver a la Administración, y en este caso concreto a Sanidad, hoy dirigido por Ana Pastor, de los graves perjuicios que tendría a todos los niveles una prohibición de ese calado. No en vano en la actualidad el 50% de las ventas de tabaco en España se hace a través de las máquinas.

El jueves de la pasada semana se produjo la primera reunión en el seno del Comisionado. Según asistentes a este encuentro, fue una mera toma de contacto inicial en el que todos dejaron patente su enorme preocupación y se convocó un próximo encuentro para después del verano, en el que las partes deberán ya presentar propuestas concretas.

Fuentes de la industria aseguran que la prohibición de vender tabaco a través de máquinas automáticas no sólo afectaría dramáticamente a las empresas que las fabrican, como Azkoyen o Jofemar, sino que 'traería de la mano un enorme riesgo de que se volviera a reactivar el enorme problema del contrabando que sufrimos hace unos años y que ahora afortunadamente está muy controlado'.

Difícil control

'Si al segundo canal de venta [principalmente bares y cafeterías] se les obliga a quitar las máquinas y a vender el tabaco directamente, la tentación de introducir en el canal tabaco de contrabando será enorme. Ya que será muy difícil controlar la venta directa, aspecto que ahora no sucede, ya que la máquina es controlada directamente por las autoridades', explican.

Según las fuentes consultadas, en la actualidad no haría falta prohibir las máquinas de venta automática para impedir que los menores puedan adquirir tabaco. 'Existen posibilidades técnicas perfectamente adaptables para que las máquinas sean capaces de discriminar a sus clientes según su edad'. Las soluciones apuntan a la compra del tabaco exclusivamente con tarjeta de crédito o a través de unas tarjetas especiales codificadas de venta en estancos.

La filtración del documento del Ministerio de Sanidad el pasado mes de mayo fue demoledora para Azkoyen, líder español en la fabricación de máquinas de venta automática. Su cotización se desplomó y tuvo que reconocer que la campaña institucional contra el tabaco le imposibilitaba cumplir sus expectativas de resultados, que caerían un 55% en el primer semestre.

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