Los dos grandes bancos optan por códigos de buen gobierno diferentes
El presidente del BBVA, Francisco González, fue el primero en anunciar la puesta en marcha en el banco de un nuevo código del buen gobierno, pero fue Emilio Botín, presidente del SCH, quien tomó la delantera al aprovechar la junta general de accionistas del SCH del 24 de junio para aprobar el nuevo código de gobierno.
Estas iniciativas se realizaron unas semanas antes de que el Gobierno anunciase la preparación de un nuevo código del buen gobierno con normas mucho más estrictas que las recomendaciones del Código Olivencia y que serán de obligado cumplimiento.
Aunque en esencia las medidas introducidas por los dos grandes bancos españoles dan un mayor peso a los consejeros independientes y se pretende favorecer a los accionistas minoritarios, lo cierto es que los códigos del SCH y del BBVA tienen claras diferencias, sobre todo en ciertos requisitos de los consejeros independientes para el SCH y los que fija el BBVA.
El nuevo reglamento del consejo del SCH define consejeros independientes como aquellos 'que no sean ni representen a accionistas', 'no hayan desempeñado en los tres últimos años cargos ejecutivos' en la entidad, no estén 'vinculados por razones familiares o profesionales con consejeros ejecutivos' o 'no tengan o hayan tenido relaciones' con la entidad o el grupo.
Pero, aparte de esta definición, Botín les definió como 'personas de prestigio y éxito profesional que arriesguen su dinero participando en el banco, de reconocida solvencia y experiencia y con una participación accionarial relevante en la sociedad'.La definición de independiente para el BBVA es más amplia: 'El consejero independiente, o sus familiares directos, no podrán tener relación material con la sociedad' directa o indirecta, con el fin de no perjudicar su independencia. Los miembros de la firma auditora tampoco pueden ser consejeros independientes hasta después de tres años de dejar esta función. Para el BBVA el consejero independiente deberá estar dedicado prácticamente al banco y no tendrá que ser accionista destacado de él, para preservar su independencia, según ha explicado en varias ocasiones Francisco González. Estas prácticas difieren bastante de las que Botín considera como independiente. El BBVA prohíbe a todos los consejeros pertenecer a consejos de sociedades participadas, algo que el SCH no demanda.
Límite en 70 años
Otra diferencia destacada entre ambos códigos es el límite de edad de sus consejeros y presidente. Así, mientras que el SCH eliminó en su última junta el límite de edad para ser consejero y presidente, fijado antes en los 72 años, el BBVA lo ha fijado en los 65 años para el presidente, 70 años para los consejeros y 62 años para el consejero delegado.
'La edad no es en sí misma determinante para valorar la idoneidad de un consejero', dijo Botín cuando propuso a los accionistas eliminar este tope.
El Gobierno, mientras, baraja la edad de 70 años como límite para ser consejero de una sociedad cotizada, la misma que se ha fijado para las cajas de ahorros. Sin embargo, es posible que esta medida no quede finalmente reflejada en el nuevo código del buen gobierno que está estudiando la Administración. De lo contrario, Botín tendría que abandonar el SCH en dos años, mientras que el presidente del Banco Popular, Luis Valls, tendría que dejar el banco ya al haber superado los 70 años.
Todas estas medidas tienen como finalidad 'la transparencia, la creación de valor a largo plazo para los accionistas y el establecimiento de un estricto catálogo de obligaciones de los consejeros y directivos que, fundamentalmente, eviten los conflictos de intereses', como señaló Botín el pasado 24 de junio.
González es más escéptico y, aunque considera necesario el establecimiento de códigos corporativos en las entidades, considera que 'por muchas normas que se apliquen, si las personas no las ponen en práctica, no tenemos nada que hacer'. De hecho, ha reconocido que el nuevo código no podía haber evitado el caso BBV con la ocultación de cuentas, aunque sí mantiene que el caso no se hubiera llevado a cabo con 'los consejeros que tenemos ahora'.
El SCH nombró como independiente en la junta del 24 de junio: Juan Abelló, Abel Matutes y Guillermo de la Dehesa, que se incorporarán oficialmente el 29 de julio.
El BBVA ha designado a Ricardo Lacasa, Román Knörr y Susana Rodríguez, y busca un ejecutivo de EE UU para ampliar el grupo.