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'Caso BBV'

El BBVA descubre una segunda trama de cuentas ocultas en Jersey

La información aportada al juez es producto de un trabajo realizado por el BBVA a instancias de Garzón en una diligencia de mayo pasado. La investigación abarca el periodo comprendido entre 1979, año de creación de Canal Trust por el Banco de Bilbao, y mayo de 2002. Según el informe, el patrimonio inicial de 39,6 millones de dólares que sirvió para comenzar a montar esa estructura societaria, así como los rendimientos obtenidos de las operaciones realizadas se integraron a la contabilidad del grupo entre 1980 y 1995, es decir, de manera progresiva.

Las entidades que participaron en la nueva operativa revelada por el banco son Blaye Investments, Catya Investments, Trust T-14, T-24, T-3 y T-260. Pero las dos compañías clave son Blaye y Catya. La primera era propiedad del Trust T-2 y fue la que recibió los fondos iniciales antes mencionados. Durante 1980 y 1992, Blaye hizo pagos de comisiones a sociedades del BBV, las cuales absorbieron 'la mayor parte del capital e intereses generados y aportó en 1986 los fondos iniciales a Catya Investments'. Entre este último año y 1988, 'Blaye Investments transfirió 1,9 millones de dólares a la cuenta de Alico' en el Chase Manhattan Bank de Nueva York. La finalidad de ese movimiento no pudo ser determinada en la investigación del BBVA. Blaye se disolvió en 1994.

En el caso de Catya, una firma que fue propiedad sucesivamente del Trust T-37 y T-260, su objeto social fue inmobiliario. En 1986, con los fondos aportados por Blaye, compró un inmueble en Roma por 3,5 millones de dólares que alquiló, entre otras empresas, al propio Banco de Bilbao. Por aquellas fechas, el Bilbao y el Banco Vizcaya no se habían fusionado todavía. Ese edificio fue vendido en 1993 y el dinero resultante de la operación se integró a la contabilidad del BBV en concepto de pagos de comisiones o como reembolso de operaciones fallidas.

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En un plano menor, la estructura societaria descubierta ahora incluía a los Trust T-24 y T-14, cuya única operación fue de 62.000 libras esterlinas, las cuales 'fueron utilizadas para instrumentar el pago de un complemento de pensión a un jubilado del banco, anterior responsable de una oficina en el exterior'. El T-14 fue disuelto en 1983 y el T-24 en 1995. Otro trust, el T-3 tuvo como única actividad 'la tenencia y posterior venta de dos acciones de Ancla Investments' y fue disuelto en 1986. Desde 1995 en adelante, la 'única estructura que permaneció operativa fue la formada por el T-260 y Catya Investments'. Su actividad fue residual y se limitó a recibir devoluciones de los impuestos pagados a la Hacienda pública de Italia por la venta del inmueble de Roma, dinero que finalmente se integró al patrimonio del banco. Estos impuestos fueron los que dieron la pista para desentrañar la existencia de esta nueva trama.

Jersey y Caimán

La historia de Blaye comenzó el 11 de diciembre de 1979 al registrarse esta sociedad en Gran Caimán. Sus accionistas, que no se revelan en el informe central pero que sí constan en uno de los anexos remitidos al juez, lo eran en calidad de nominees (testaferros) del trust T-2. Sobre este trust, 'no se ha encontrado apenas documentación', señala el informe, ya que ni siquiera se localiza el acta de su constitución.

La principal conclusión del trabajo realizado por el BBVA y sobre el cual el juez deberá ahora decidir qué hace es que no se producido una situación irregular en el último periodo, ya que se trata de una trama muy lejana en el tiempo y de poca trascendencia económica. En este sentido, el informe afirma que 'actualmente no existe ninguna sociedad administrada por Canal Trust Company que, siendo propiedad final del BBVA, mantenga activos o pasivos no integrados en la contabilidad consolidada del grupo'. Bien mirada, la existencia de esta nueva estructura, cuyo eje está en Jersey, el domicilio de Canal Trust, se remonta a casi 23 años atrás. Y, desde entonces hasta sus últimas operaciones, el monto de dinero y la calidad de las operaciones informadas por el banco tienen un carácter marginal con relación a la trama inicial de Jersey incluida en el informe del Banco de España del 11 de marzo de este año.

El trabajo de revisión interna realizado por el BBVA excluye, lógicamente, las actividades de las compañías y trust que están ya siendo investigados judicialmente por Garzón y la Fiscalía Anticorrupción, es decir, Sharington, trust T-532, Excelsior y T-541, Firstrate y T-750. El informe consta de 25 páginas y un importante número de anexos, donde se detalla la investigación del banco.

Un grupo de sociedades originarias del Banco de Bilbao

 

 

 

 

 

 

 

 

La nueva trama descubierta ahora por el BBVA se desarrolla en Jersey. Esta trama de sociedades es independiente de la investigada ya por el juez Baltasar Garzón y descrita en el auto del magistrado el 25 de abril de este año.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La trama hasta ahora conocida en Jersey tenía sus orígenes en 1987 y fue creada por el ya desaparecido Banco de Vizcaya, cuyo presidente era Pedro Toledo, y el consejero delegado, Emilio Ybarra. Este entramado de sociedades en paraísos fiscales tuvo como origen la compra de acciones del Banco de Vizcaya a KIO, grupo que se había hecho con más del 5% del capital del banco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 2000, año en el que se regularizaron estas cuentas en el BBVA, aportaron en sus 13 años de existencia unos beneficios extraordinarios de 225 millones de euros. La trama descubierta en la actualidad, y comunicada a la CNMV ayer, tiene, por el contrario, su origen en 1979, pero fue constituida por el también desaparecido Banco de Bilbao, tras su fusión con el Vizcaya. Eso es al menos lo que se desprende del informe sobre sociedades y estructuras de BBV/BBVA administradas por Canal Trust Company. En 1979, el Banco de Bilbao estaba presidido por José Ángel Sánchez-Asiaín, quien ya está imputado por el caso de las cuentas ocultas del BBV.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En este informe se dice que una de las sociedades ahora investigadas, Catya Investments, compañía propiedad del trust T-37 y T-260, compró en 1986, con fondos aportados por Blaye, un inmueble en Roma por 3,5 millones de dólares, que se alquiló, entre otros, al Banco de Bilbao.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta nueva trama abre más investigaciones jurídicas, aunque directivos y consejeros del BBV imputados por Garzón en el caso de las cuentas ocultas de Jersey podrían ahora verse más implicados por este nueva revelación, producto del requerimiento realizado por el magistrado en mayo pasado al BBVA.

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