Caruana alerta contra la tentación de regular en exceso por los escándalos
Aun así, el gobernador reconoció que se puede mejorar la normativa y que algunas de las recomendaciones que están en el Código de Buen Gobierno pueden incluirse en la ley. Caruana defendió la viabilidad de los códigos éticos y aseguró que deben elaborarse en cada una de las empresas y con sus características propias.
Durante la conferencia inaugural que pronunció en el curso El buen gobierno de las empresas. Lecciones del Caso Enron, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en los cursos de verano de la Universidad Complutense, Caruana dijo que es un peligro pensar 'que los códigos y la regulación pueden solucionar este tipo de situaciones'.
Cualquier cambio que se introduzca en las leyes, aseguró, debe buscar incentivar las buenas prácticas empresariales y prevenir las malas. 'Los códigos no pueden resolver completamente este tipo de problemas. La regulación es necesaria, pero debe ser menos intrusiva y ha de complementar los mecanismos del mercado', dijo.
Para Caruana, tras los últimos escándalos contables, los mercados financieros y los inversores no deberían generalizar la situación, y auguró que la incertidumbre actual causada por estas situaciones terminará pronto y los mercados empezarán a reflejar las expectativas de crecimiento mundial para final de año.
Para ayudar a esta mejoría y devolver a los mercados la confianza perdida, Caruana dijo que hay que reforzar la disciplina para que la información que entreguen las compañías sea 'veraz, responsable y debidamente analizada por los auditores', al tiempo que destacó que hay que potenciar las buenas prácticas de las empresas.
Entre estas medidas y, concretamente para las entidades de crédito, el gobernador citó la necesidad de que en los consejos de administración las decisiones no se tomen de forma individual, sino que se adopten por los órganos internos de los consejos.
También consideró trascendental la creación de comisiones especializadas para facilitar el funcionamiento del consejo. Entre ellas, la de remuneraciones y la de auditoría, ambas dotadas de medios e independencia para garantizar que puedan conocer los riesgos asumidos por la empresa y que la información que ofrece a los mercados es veraz.
A juicio del gobernador del Banco de España, las retribuciones de los altos cargos de las empresas deben estar alineados con los intereses de los accionistas, aunque con la cautela de no tener una visión a corto plazo que pueda llevar 'forzar el precio de las acciones temporalmente'.
Caruana calificó como 'incentivos perversos' a las opciones sobre acciones que se entregan a los altos directivos como parte de su remuneración, ya que 'introducen la tentación de elevar la cotización'. Recomendó, además, que estos instrumentos se carguen a la cuenta de resultados de las empresas como costes, para que de esta forma los accionistas tengan una visión más clara de su impacto en la empresa.
Códigos éticos
El presidente de la Comisión que elaboró el Código de Buen Gobierno, Manuel Olivencia, aseguró en las mismas jornadas que no cree que en ninguno de los escándalos que se han conocido últimamente hayan fallado los códigos éticos, sino que 'han fracasado las normas imperativas'.
Olivencia admitió que puede revisarse el Código de Buen Gobierno porque se han detectado reticencias en las empresas a adoptar determinadas recomendaciones, entre ellas, al límite de edad de los consejeros, a la publicidad de las retribuciones y a que los independientes lo sean de verdad. Destacó, no obstante, que también debe revisarse la regulación porque no es incompatible con el análisis de los códigos de conducta, 'sino que pueden y deben combinarse'.
Olivencia hizo referencia a la próxima modificación del Código de Sociedades Mercantiles y destacó que no será una respuesta a los últimos escándalos contables, sino que lleva cuatro años preparándola una comisión en la que han participado juristas, académicos, catedráticos, notarios y registradores, entre otros.