El Senado de EE UU aprueba penas de hasta 10 años por fraudes contables
El senador demócrata John Corzine, ex presidente de Goldman Sachs, no ocultaba su satisfacción. ¢Esta legislación es probablemente la más importante para los mercados desde que se convirtió en ley la actual regulación durante la Administración de Franklin D. Roosevelt¢.
Los republicanos, que dominan la Cámara de representantes, no quisieron quedarse atrás en este momento histórico (y preelectoral) y ayer aprobaron con 391 votos contra 28 una propuesta que endurece las penas de cárcel para delitos tipificados ya por el Senado por encima de lo previsto en esa cámara. Además califican de delictivo el acoso desde dentro de las empresas a aquellos que dan la voz de alarma por un fraude. Según la iniciativa de la cámara baja, que ha sido calificada por algunos demócratas como de ¢conversión en el lecho de muerte¢, el delito de manipulación de precios llevaría acarreada una pena máxima de 25 años en prisión.Si el fraude además se hace público vía postal o electrónica los 10 años propuestos por el Senado se subirían 10 más como máximo. La destruccion de documentos para procedimientos oficiales comporta una pena máxima de 20 años. A diferencia del Senado no se prevé además penas civiles.
En sus provisiones, el Senado califica de delito la creación de ¢un esquema o artificio que engañe a los accionistas¢ y que se penará con 10 años de cárcel. También se crea un delito de obstrucción a la justicia por la destrucción de material relevante, se pide que se conserven documentos durante cinco años, protección para los empleados que den la voz de alerta sobre ilegalidades y se obliga a los abogados que sepan que una compañía va a cometer una irregularidad a ponerlo en conocimiento de gestores y comité de auditoría.
La dura contraoferta preparada por la Cámara de representantes a la propuesta Sarbanes se produce poco después de que el presidente de a Reserva Federal, Alan Greenspan, dijera al Senado que este punto es ¢lo más importante de las aporbadas en su propuesta¢. La iniciativa permitirá además a esta cámara, que ayer superó las propuestas del presidente George Bush, tener margen de negociación en el proceso de conciliación de las conclusiones de las dos cámaras en el proceso llamado ¢conferencia¢. De ahí saldrá la redacción final que Bush quiere firmar antes de agosto.
Entre las propuestas que más puede costar conciliar se encuentra la de la creación de un comité de vigilancia de las auditoras. El Senado quiere que la comisión de este comité, que estará financiado por el sector de las auditoras y las empresas en Bolsa, tenga poderes disciplinarios, una novedad para esta industria, que se autorregulaba. Las auditoras ya están ejerciendo una fuerte presión en Washington para cambiar ésta y otra de las iniciativas, que supone la prohibición de hacer muchas labores de consultoría en firmas que auditan. La ley exige una rotación de auditores cada cinco años.
Además se establece que los préstamos de las empresas a los ejecutivos se hagan públicos siete días después de su concesión y que se publiciten en dos días la venta de acciones por parte de directivos. Y éstos no podrán vender cuando no puedan los trabajadores. æpermil;ste no es el único punto que se refiere a la responsabilidad de los consejeros delegados y presidentes de las empresas. Si la ley se aprueba, serán directamente responsables de los estados financieros de sus empresas y además deberán devolver los pluses ganados en los últimos 12 meses.
Las opciones sobre acciones siguen en capilla
Los senadores no se han atrevido a dar el paso más audaz en esta legislación a pesar de que no faltaban abogados para la causa. Las opciones sobre acciones, una de las cuestiones que más controversia han levantado en este momento de desconfianza empresarial, seguirán siendo anotaciones a pie de página en los libros de cuentas, si no media voluntad de la empresa para cambiarlo, y no se obligará a contabilizarlas como gasto. Por tercera vez en una semana, la propuesta de incluirlas en la partida de gastos fue rechazada.
Para inversores como Warren Buffett y el presidente de la Fed, Alan Greenspan, el asunto es clave, pero la presión de las empresas ha sido más fuerte. 'Millones de americanos se benefician de las opciones, necesitamos ser muy cuidadosos en este tema', decía el republicano Phil Gramm.
Los senadores demócratas han admitido a través de su líder, Tom Daschle, que el tema se volverá a estudiar 'en días, semanas o algunos meses'. De momento, se ha dado el mandato al Comité de Estandarización Contable (FASB, en sus siglas en inglés) para que estudie la cuestión. Para los defensores de esta iniciativa, en especial el demócrata Carl Levin, dejando atrás esta propuesta 'se pierde la oportunidad de atacar una de las reformas más importantes evidenciadas en la época pos Enron'. Según Levin, un gran número de opciones sobre acciones 'han beneficiado a muchos ejecutivos que han utilizado una contabilidad tipo Enron para enriquecerse'.
Levin no pudo evitar decir el lunes 'Dios bendiga a Coca-Cola', después de que esta empresa decidiera incluir sus opciones en la categoría de compensaciones salariales y, por tanto, como gasto. Levin espera que otras empresas sigan el ejemplo. De momento, Washington Post, editora del periódico del mismo nombre, lo hará. En su consejo, igual que en el de Coca-Cola, está Buffett.