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Energía

El temor a un ataque de EE UU a Irak provoca la subida del precio del crudo

La cotización del brent ha pasado de 23,5 dólares a mediados de junio a rozar ayer los 26,5 dólares, el precio más alto en dos meses. Más tarde, el brent bajó al entorno de los 26,1 dólares, muy por encima de la media anual de 23,6 dólares por barril. La reunión de militares disidentes iraquíes, celebrada el pasado fin de semana en Londres, y el fracaso del último encuentro entre el secretario general de la ONU, Koffi Annan, y las autoridades de Bagdad alimentan las especulaciones sobre la intervención armada de EE UU.

El propio presidente George Bush ha reiterado su ultimátum al líder iraquí, Sadam Husein, para que permita el regreso de los observadores de armas de Naciones Unidas o afronte las consecuencias: un ataque de las tropas estadounidenses.

El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, no ha dudado en declarar que le gustaría ver la caída de Sadam antes de que termine su gestión en el Gobierno americano. El derrocamiento del dictador iraquí es 'objetivo preferente', según ha reconocido el propio Bush, por la intervención que se presume inevitable.

Irak fue en 2001 el octavo exportador neto mundial de petróleo, con un promedio de dos millones de barriles diarios. El país árabe era además la sexta fuente más importante de suministro de petróleo para EE UU. Pero las continuas interrupciones de su suministro como medida de pre sión contra el embargo estadounidense han convertido a Irak en un socio poco fiable. La decisión de la ONU de fijar el precio del crudo iraquí después de la venta para evitar los sobrecargos que Bagdad aplicaba ha alejado aún más a los compradores.

El peso de Oriente Próximo

Es el peso del resto de países del Oriente Próximo, lo que preocupa a los compradores. La región seguirá representando la principal fuente de suministro de petróleo durante las próximas décadas.

Aunque Rusia ha entrado en competencia directa con Arabia Saudí en el liderazgo mundial de la producción y la exportación de crudo, sus reservas representan el 4,6% del total mundial. El suelo saudí alberga el 25% de las reservas mundiales y los países del golfo Pérsico atesoran el 65% de las reservas mundiales. Los países árabes representan la única garantía estable de suministro para el futuro.

El propio Gobierno de Moscú reconoce que al ritmo actual de extracción sus reservas desaparecerán en menos de 40 años. La alternativa del mar Caspio no se ha consolidado por su bajo nivel de desarrollo en infraestructuras. El mar del Norte ve reducido su papel por el elevado costo de extracción y porque está explotado por países que a la vez son grandes consumidores, como el Reino Unido.

Dependencia de la UE

Europa es una de las regiones más dependientes del crudo árabe. El 33% del petróleo importado en 2001 por los países OCDE de Europa procedió de los países del golfo Pérsico, según los datos del Departamento de Energía del Gobierno de EE UU.

La Comisión Europea estima que un 40% del crudo importado por los Quince procede de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), seis de cuyos miembros están en el golfo Pérsico. Otros tres se encuentran en África y los dos restantes; Venezuela e Indonesia, apenas tienen incidencia en Europa.

Las tensiones en la zona del Pérsico son observadas con especial temor en el mercado europeo. No en vano, el brent ha subido un 34% en lo que va de año. Los expertos esperan que la demanda se reactive en los próximos meses. En esas circunstancias, un ataque sobre Irak tendría una grave repercusión en la oferta y los precios.

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