Bush defiende la fortaleza de la economía pese al parón del consumo
El presidente de EE UU insiste en la fórmula de la 'herencia recibida' para convencer a los estadounidenses que los problemas que se registran en los mercados y la desconfianza empresarial que se vive actualmente son el fruto de los años de presidencia de Bill Clinton. 'Estamos en una resaca después del atracón de los noventa', dijo el presidente al comienzo de sus discurso en Alabama.
Una vez autoexonerado, Bush aseguró que la economía estadounidense está en la senda del crecimiento y que los fundamentos de ésta 'son sólidos'. El presidente, que abrió su discurso con una defensa de la libertad como recordatorio de que el país está aún luchando contra el terrorismo, repasó algunas de las cifras económicas e hizo notar a la audiencia que el PIB sigue creciendo, 'la inflación no es un problema, los tipos de interés son razonables y la productividad no hace más que aumentar'. Con respecto a los mercados, el presidente dijo que las caídas en Bolsa se deben a ajustes de ciclo. 'La economía está reviviendo', aseguraba.
El presidente, que ha reconocido que hay 'manzanas podridas entre el empresariado americano', considera, sin embargo, que con las propuestas que hizo la semana pasada para enderezar el gobierno de las empresas se conseguirá salir de la situación de desconfianza que asola el mercado de valores. Bush, que ha sido muy criticado por la tibieza de sus propuestas, dijo ayer que el Congreso tiene que aprobar medidas para hacer a los empresarios 'responsables sin agobiar el espíritu empresarial americano'.
El presidente no hizo nuevas propuestas para mejorar el bajo momento de confianza de los estadounidenses, pero aprovechó la ocasión para pedir al Congreso que se acelere la concesión del Fast Track (autoridad comercial) y una rebaja permanente de impuestos.
En la foto fija de la economía hecha por Bush hubo pocas referencias a los números menos positivos de la economía, básicamente la subida del paro y la caída de la demanda. En este sentido, desde el Departamento de Comercio se hizo ayer pública la subida de los inventarios en mayo. El incremento, del 0,2%, es el primero en el último año y medio y refleja una clara rebaja de los gastos en consumo. Según estos datos, la caída es aún mayor al ponerla en perspectiva, ya que en abril las existencias habían caído un 0,2%. Esta subida se produce coincidiendo con un momento en el que respondiendo a la mejora del consumo los fabricantes habían aumentado su producción.
En las tiendas los inventarios aún cayeron durante el pasado mes un 0,5%, pero las ventas ya se han mermado un 2%, por lo que se espera una rápida traducción en el aumento de existencias registradas en junio.
Así las cosas, gana interés el discurso que hará el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ante el Senado hoy, donde se espera que analice las causas de la debacle bursátil y su efecto en el consumo.