Los notarios reclaman la desaparición de los impuestos de patrimonio y sucesiones
Los notarios españoles se han manifestado en contra de los impuestos sobre sucesiones y sobre patrimonio porque, en su opinión, la sociedad considera que 'ya no responden a los criterios constitucionales de igualdad y justicia'.
En el editorial del último número de la revista Escritura Pública los notarios afirman que ambos impuestos 'van en contra del principio constitucional de seguridad jurídica, giran sobre un caos en valoraciones, abusan de las presunciones de valor y van en contra del principio de igualdad tributaria'. Denuncian que 'están plagados de exenciones discriminatorias y no siempre justificadas, como la de los seguros', y añaden que, 'para mayor desigualdad, los aforados vascos y navarros, y los que consiguen empadronarse allí tampoco pagan impuesto sucesorio'.
Los fedatarios públicos consideran que sobre ambos impuestos 'ha actuado lícitamente, pero con intensidad', la ingeniería jurídico-fiscal. Los cambios de residencia, el traspaso paulatino e imperceptible de título a través de sociedades matriz o sociedades cruzadas y otros recursos legales 'han abierto en su régimen tales cauces de digresión que puede decirse que ha quedado definitivamente horadada su teórica justificación'.
El cuerpo de notarios estima que se 'incrementa por días una corriente detractora' del impuesto sobre el patrimonio, al que consideran 'contraproducente por desincentivar el ahorro, injusto por no permitir la compensación adecuada de las pérdidas, confiscatorio si los bienes son improductivos e inicuo por ser fuente de injusticias y desigualdades al incidir más sobre unos activos que sobre otros en razón de su más fácil o difícil control'.
El impuesto sobre el patrimonio se abolió en Japón en 1953. En Alemania, Austria, Holanda y Dinamarca se ha suprimido en los últimos años y en los países en los que subsiste, como Francia, grava sólo las grandes fortunas con tipos marginales máximos inferiores al español, recuerdan los notarios.