La caída de ingresos en Japón pone en duda las rebajas de impuestos
Los ingresos tributarios del Estado cayeron en Japón un 3,4% en el año fiscal 2001 (que terminó el pasado mes de marzo), debido a la prolongada desaceleración económica, lo que pone en riesgo las prometidas rebajas de impuestos prometidas por el Gobierno de Junichiro Koizumi para impulsar el crecimiento.
El Ministerio de Finanzas anunció ayer que, según datos preliminares, los ingresos impositivos no alcanzaron la meta de 1,68 billones de yenes (millones de euros) entre el 1 de abril de 2001 y el 31 de marzo de 2002, lo que supone la primera caída en tres años.
El origen de la reducción está en el débil comportamiento de la recaudación empresarial, -12,7% respecto al mismo periodo del año anterior, y de la procedente de los impuestos al consumo (-5%).
El Gobierno aún confía en alcanzar la meta prevista de ingresos, dado el mejor comportamiento de los ingresos no impositivos sobre lo inicialmente previsto. De esta forma, el déficit fiscal podría situarse en los 4.700 millones de yenes estimados (40 millones de euros).
Más allá del impacto sobre el cuadro macroeconómico diseñado por el Gobierno para el año fiscal 2001, la mala noticia de la caída de ingresos es su impacto sobre el presupuesto para este año.
'Podemos dar por seguro que el actual ambiente económico es duro. La evolución presupuestaria se verá dañada por las condiciones económicas', señaló el viceministro de Finanzas, Toshiro Muto.
La caída de ingresos restará argumentos al Gobierno, que pretende impulsar una rebaja generalizada de impuestos. El Congreso se encuentra dividido respecto a la necesidad de aprobar una rebaja de impuestos como parte del paquete de estímulo económico y entre quienes propugnan la prudencia fiscal. De hecho, parte del Gobierno apoya una rebaja para las empresas y otra les exige una mayor aportación a la crisis.
La deuda pública de Japón es equivalente al 140% del PIB, la mayor entre los países industrializados.