Las crisis del dólar
La caída acelerada de la cotización del dólar frente al euro y el desplome de los mercados bursátiles hasta casi los niveles de la semana posterior al 11 de septiembre han afectado de forma muy negativa a los fondos de inversión de renta variable en general y a todos los que invierten en el área del dólar, sean de renta variable o fija, en particular. El impacto de la caída del dólar sobre los fondos de inversión se detecta con toda nitidez en los fondos monetarios que invierten en activos denominados en dólares. En promedio y durante la última semana los 28 fondos de este tipo que se comercializan en España han perdido un 2,12% (un 7,59% desde que comenzó el año) si su rentabilidad se mide en euros.
El derrumbe de los mercados ha reforzado el sentimiento de inquietud por las inversiones financieras y la desconfianza de que alguna vez esto llegue a mejorar. Y, sin embargo, cada crisis económica provoca reajustes que, mientras se viven, se parecen mucho al Armageddon o Apocalipsis, provocando además el olvido de hasta qué punto todo se parece a lo cerca que se estuvo del fin del mundo la vez anterior.
Ahora le ha tocado al dólar vivir una crisis de confianza. No es la primera vez que le sucede y tampoco será la última. Lo que ocurre es que desde la primavera de 1995, cuando el dólar alcanzó el último de sus valores mínimos, no sucedía algo parecido.
Ahora le ha tocado al dólar vivir una crisis de confianza. No es la primera vez que sucede y tampoco será la última, pero no ocurría desde la primavera de 1995
Inmediatamente surge la pregunta: ¿hasta dónde llegará esta vez? Pues bien, todavía estamos muy lejos del tipo de cambio que alcanzó el dólar en 1995 y que, de haber existido ya entonces la moneda europea, habría sido de 1,40 dólares por euro. Este ejercicio, que consiste en imaginarse la cotización del dólar frente al euro antes de que éste naciera, es posible por estar definido el euro como una moneda sintética, compuesta por las monedas europeas que lo precedieron; como conocemos las cotizaciones de todas ellas frente al dólar en 1995, también podemos calcular, con la misma fórmula utilizada para alumbrar el euro más tarde, cómo hubiera cotizado entonces.
Igualmente, se puede hacer este ejercicio para calcular la cotización dólar/euro hace 31 años, cuando, el 15 de agosto de 1971, el presidente Richard Nixon decidió declarar la no convertibilidad del dólar en oro y permitir su libre cotización en los mercados: el dólar inició en ese momento una fuerte caída que, de haber existido el euro ya, le habría situado en niveles de 1,65 dólares por euro. Esa caída en la cotización del dólar continuó hasta que, coincidiendo con el primer shock energético (1974/75), por un euro casi se hubieran podido obtener dos dólares. Es decir, el doble que en el momento actual.
Se ha recuperado, pues, un nivel simbólico en que, prácticamente, un dólar se cambia por un euro. æpermil;ste, tras haber comenzado a cotizar en los mercados de cambio el 1 de enero de 1999 a 1,17 dólares por euro, ha estado sometido a una fuerte presión bajista que lo ha mantenido durante tres años muy por debajo de esa cifra.
Hay, pues, tres hitos en la cotización de una moneda contra la otra a lo largo de los 31 últimos años: dos, 1,40 y 1,17 dólares por euro. El proceso de debilitamiento del dólar frente al euro podría llevarlo hasta cualquiera de esos tres niveles, si bien la probabilidad de cada una de ellas se haga realidad disminuye cuanto más elevada es la cifra que estemos considerando.