Dos parados mueren en Argentina por la violenta represión policial a una protesta
Dos jóvenes de entre 20 y 25 años murieron ayer en un puente de acceso a Buenos Aires durante una violenta represión policial contra un grupo de piqueteros (parados que cortan carreteras y calles) que protestaban e impedían el paso de los vehículos en el lugar.
La policía, que arrojó gases lacrimógenos y utilizó armas de fuego en la represión, fue respondida por los manifestantes con piedras y otros objetos contundentes. Además de dos muertos, hay 90 heridos, dos de ellos graves, y más de 100 detenidos. El Gobierno de Eduardo Duhalde había amenazado el martes con enfrentar a los manifestantes y no permitir que cortaran los accesos a la ciudad. Y así fue.
Mientras la situación social sufre un deterioro sin precedentes desde la caída, en diciembre pasado, del ex presidente Fernando de la Rúa, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, se encuentra en Washington tratando de negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Fuentes del FMI y de la banca argentina dijeron a este periódico que el organismo 'dirá que no' al ministro. 'Lavagna regresará de Washington sin resultados y deberá renunciar. A Duhalde no le quedará más salida que convocar elecciones. Si designa a otro ministro, en este cuadro social y político, no duraría más que dos días', dijo un banquero argentino consultado.
El director-gerente del FMI, Horst Köhler, confirmó ayer la información de estas fuentes al señalar que 'los argentinos no tienen prisa para conversar con nosotros sobre la reestructuración del sector bancario. Eso me sorprendió y me decepcionó'. Las manifestaciones de Köhler fueron realizadas al diario alemán Handelsblatt.
La fuente agregó que 'ahora el Fondo trabaja en un préstamo contingente para Paraguay y negará cualquier ayuda a Argentina. El panorama es de horror'.
Los parados han anunciado la continuidad de sus protestas hasta que el Gobierno de respuesta a sus pedidos y se teme una escalada de violencia en los próximos días si continúan las protestas.