Reino Unido pospone su plan de espiar los mensajes electrónicos
La airada reacción de los defensores de los derechos civiles ha obligado al Gobierno de Blair a dar marcha atrás en su plan de espionaje de las comunicaciones de los ciudadanos británicos. La iniciativa pretendía dar carta blanca a los organismos de la Administración pública para husmear en los correos electrónicos y los datos sobre localización de llamadas desde móviles, sin orden judicial.
El Gobierno de Tony Blair, en su afán por ir de la mano con su aliado estadounidense en la lucha contra el crimen y el terrorismo internacional, se sacó de la manga hace unos días un plan que pretendía otorgar a los diferentes organismos de la Administración (ministerios, ayuntamientos y diversos servicios públicos) el poder para acceder a los informes detallados de las comunicaciones de los ciudadanos, incluyendo los correos electrónicos individuales.
Sin embargo, la reacción de los defensores de los derechos civiles y de la oposición, que consideran el proyecto como un grave atentado a la privacidad, ha forzado al Gobierno a posponer el debate en el Parlamento de esta medida hasta el próximo otoño, 'como pronto'. Estos meses se utilizarán para efectuar nuevas consultas y modificaciones, señaló el ministro del Interior David Blunkett.
El plan quería ser una extensión del Acta para Regular los Poderes de Investigación (RIPA, en sus siglas en inglés), que ya otorgaba a la policía, a los servicios secretos, aduanas y Hacienda el derecho al acceso a las comunicaciones, sin orden judicial previa.
Los defensores de las libertades públicas piensan que al Gobierno de Blair se le ha ido la mano y le comparan con el Gran Hermano de la novela de George Orwell en su empeño por que nada se escape a su control.
La medida contemplaba que los funcionarios de la Administración pudieran requerir a los proveedores de Internet, operadoras telefónicas y postales, datos que incluirían nombre y dirección, llamadas telefónicas, fuente y destino de los correos electrónicos, webs visitadas en Internet y localización geográfica de las llamadas de móviles, lo que permite ubicar a una persona con un error de sólo unos cientos de metros.
Todo ello queda de momento en suspenso.
Una web aconseja cómo fisgar mejor
Los planes de Tony Blair de espiar a los ciudadanos británicos pueden haberse visto frustrados o retrasados. Pero, con las prisas, su Gobierno ya había puesto en marcha una web (www.surveillancecommissioners.gov.uk) en la que se da consejos a los organismos públicos de cómo fisgar mejor las comunicaciones de la gente dentro de los márgenes de la ley.
Aunque el plan ha sido pospuesto sin fecha fija, la web de The Office of Surveillance Comissioners (OSC) continúa activa. Y su objetivo es (o era) actuar como punto central de información y asesoramiento para los organismos públicos implicados en las labores de espionaje.
Ahora no se sabe si la OSC decidirá desmantelar la web o posponerla también. 'Es todo bastante absurdo', señaló Ian Brown, director de Foundation for Information Policy Research. 'Además, en caso de que al final la medida se pusiera en marcha, la OSC no tiene capacidad para asesorar a la larga lista de ministerios, ayuntamientos y servicios públicos que el Gobierno quiere incluir en su plan de vigilancia'.