Escasa actividad en construcción e industria y paro desigual en servicios Gran disparidad en las grandes empresas
Tal y como se esperaba, la gran industria y la construcción fueron, por sectores, las dos actividades que mayor seguimiento hicieron de la convocatoria de huelga general. De hecho, aunque las cifras de trabajadores que secundaron la protesta en ambos sectores fueron discrepantes, las patronales de una y otra actividad reconocieron que el paro había tenido un amplio respaldo entre los trabajadores.
En la industria, frente a un seguimiento masivo superior al 96%, según UGT y CC OO, las diferentes patronales lo situaron entre el 30% y el 60% de sus plantillas, oscilando sensiblemente la cuantía final si se trataba de pequeñas y medianas empresas (pymes) o eran grandes compañías. En la construcción, los sindicatos cuantificaron el seguimiento en casi el 100%, mientras la patronal aseguraba que la media entre los asalariados fijos y los contratados ascendía a un 36,5%.
Pero al margen de estos dos sectores, donde los sindicatos ya daban casi como seguro un amplio respaldo de sus trabajadores, las miradas estuvieron puestas a primera hora de ayer en qué ocurría en los transportes públicos después del cruce de acusaciones sobre el cumplimiento de los servicios mínimos que habían protagonizado los sindicatos y el Gobierno, enfrentamiento que incluso había provocado la intervención de los tribunales de justicia.
Por modos de transporte, los sindicatos anunciaron que el seguimiento había sido un éxito al alcanzar de media el 96%, siendo el del transporte aéreo el 76%, el ferroviario el 96%, el portuario el 100% y el de transporte por carretera y suburbano también cercano al 100%. Entre tanto, las distintas Administraciones competentes destacaron el elevado cumplimiento de los mínimos, lo que facilitó el acceso al trabajo de los ciudadanos que optaron por no secundar el paro y reseñaron que la incidencia de la huelga en el sector había sido mínima. En servicios, ni los sindicatos se aventuraron a facilitar cifras de seguimiento, dado su desigual grado de adhesión a la protesta.
Tampoco en las grandes empresas hubo uniformidad en los comportamientos de sus trabajadores a la hora de secundar la huelga. En la banca, la incidencia del paro fue del 65% según los sindicatos, aunque la patronal aseguró que el seguimiento no había sido mayor del 9%. En la enseñanza privada la incidencia es prácticamente nula. Telefónica informó que el seguimiento del paro se cifraba en el 43%.
El Ministerio de Fomento destacó la normalidad en los servicios mínimos de Renfe, a pesar de los 'múltiples sabotajes'. Según el Gobierno, el seguimiento de la huelga fue de un 29,6% en Correos, del 26,19% en Feve, del 19,97% en Renfe y de un 19,34% en transporte aéreo. El seguimiento fue desigual en Altadis, según las áreas de trabajo y así, en los servicios centrales, el 28,9% de los empleados siguió la huelga, mientras que en las fábricas el 74,3% de la plantilla paró. Por su parte, el 80% del área de distribución de Logista, que comprende los almacenes y la flota de camiones, secundó la huelga. Los principales diarios madrileños salieron a la calle con primeras ediciones reducidas, mientras que en los mercados mayoristas de alimentación la entrada de mercancías se resintió fuertemente.