ACS da un vuelco a los planes del líder del sector
El anuncio hecho por el presidente de ACS, Florentino Pérez, de que la compañía constructora renunciaba a ejercer los derechos políticos en Dragados hasta que el Tribunal de Defensa de la Competencia se pronunciara sobre la operación de compra del 23,5% de Dragados, se contradice con tres importantes decisiones tomadas en Dragados, que suponen un drástico cambio de rumbo en la estrategia que mantenía esta compañía.
La entrada de ACS ha convertido a Dragados en socio de la concesionaria de autopistas Acesa, con la que mantenía una dura disputa por el control de Iberpistas. De enconados rivales por el liderazgo en el sector, la decisión de ACS les ha convertido en socios del futuro primer grupo de autopistas de España y tercero de Europa. Como consecuencia, la pugna por la concesionaria madrileña, que hasta ese momento había conllevado el lanzamiento de tres opas, se ha resuelto con un pacto entre Florentino Pérez y La Caixa, accionista de referencia de Acesa, por el cual el primero se compromete a que Dragados-Aurea retire su oferta sobre Iberpistas en cuanto la CNMV apruebe la segunda propuesta lanzada por Acesa.
Con menor repercusión, pero no menos significativo, ha sido el cambio de rumbo en Jazztel, una inversión que Santiago Foncillas defendió a capa y espada y que en apenas dos meses ha sido reconsiderada por el nuevo consejo de Dragados. La constructora ha abandonado el órgano de gobierno de la operadora y acaba de anunciar que no ejercitará la opción de compra que tenía de nuevas acciones.
La venta ayer de HBG, dos meses después de que Dragados cerrará la compra de la firma holandesa, confirma el nuevo rumbo de la primera constructora española, imprimido por su nuevo accionista de referencia. De hecho, cuando se anunció la entrada de ACS en Dragados, analistas y expertos del sector dieron por hecho que se produciría la desinversión. El propio Florentino Pérez nunca se mostró entusiasta con una filial tan diversificada y presente en mercados muy maduros.