Un 64% de los inmigrantes trabaja en los sectores con más empleo precario
En 1975, España contaba con 165.000 ciudadanos extranjeros registrados. El año pasado se alcanzaron los 990.000 y más de la mitad estaban dados de alta en la Seguridad Social. De hecho, uno de cada tres nuevos afiliados a este sistema de protección social son emigrantes. En mayo se anotaron 46.920 nuevos afiliados, con lo cual la cifra total de la afiliación extranjera asciende a 761.473 personas (581.594 proceden de países de fuera de la UE).
Según el profesor Vicente Castelló, de la Universidad Jaume I de Castellón, en España' tenemos un déficit demográfico importante' y 'para la actividad económica los inmigrantes son como una ventana de aire fresco'.
Un reciente informe de la OCDE sobre Tendencias migratorias y consecuencias económicas advierte sobre el creciente temor de los trabajadores de países desarrollados a perder el empleo a manos de inmigrantes. Sin embargo, el organismo multilateral asegura que 'no hay una relación obvia entre inmigración y desempleo'. Además, señala el estudio, 'los inmigrantes aportan una reserva laboral flexible que compensa parcialmente la escasa movilidad geográfica y funcional de los trabajadores nativos'.
Castelló asegura que los inmigrantes 'no suponen en estos momentos ninguna amenaza, porque sólo acaparan un 3% del empleo total disponible'. Además, 'se concentran en sectores que se caracterizan por su precariedad y su temporalidad'.
Según datos del Ministerio de Trabajo, sólo cinco sectores (hostelería, agricultura, comercio, servicio doméstico y construcción) acaparan al 64% de los inmigrantes afiliados. La mayoría trabaja en hostelería (15,4% del total) y agricultura. Además, un 10,8% se dedica al servicio doméstico (segmento en el que un 12,6% de los puestos disponibles están ocupados por extranjeros).
El aumento del nivel educativo de la población española en los últimos años (el 83% de la población activa tiene estudios secundarios o superiores) hace que muchos ciudadanos no estén dispuestos a ocupar determinados puestos. 'No tiene sentido darle una carrera a nuestros hijos para que luego ocupen trabajos precarios', señala Castelló, para quien el problema real es 'conseguir la integración plena de estos inmigrantes, y eso pasa porque tengan acceso a prestaciones como educación o sanidad'. En cuanto al efecto sobre los salarios de los trabajadores nacionales, hay pocos datos al respecto. En Alemania, la llegada masiva de inmigrantes durante los ochenta se tradujo en un declive de los sueldos de los trabajadores industriales y un aumento de los de 'cuello blanco'.
Un estudio de los profesores Freidberg y Hunt sobre el mercado de EE UU calcula que un 10% del aumento en el porcentaje de inmigrantes sobre la población total reduce los salarios de los nativos un 1% de media. Sin embargo, el efecto es mayor en los trabajos que exigen poca cualificación.