El deterioro de la situación brasileña complica las perspectivas de la región
El principal riesgo que afronta América Latina en estos momentos es un mayor deterioro de la situación de Brasil, la mayor economía suramericana. Los bancos de inversión extranjera parecen tenerlo claro y ya han rebajado en dos ocasiones en los últimos meses las recomendaciones sobre la deuda soberana del país.
La última advertencia la lanzó JP Morgan el pasado lunes. La firma atribuyó la rebaja desde 'ligeramente por encima del mercado' a 'neutral' 'a crecientes preocupaciones por el resultado de las elecciones presidenciales de octubre y sus posibles implicaciones en el curso futuro de las políticas económicas'. El banco recalcó el preocupante perfil de la deuda pública y pronosticó una salida de la inversión extranjera del país en los próximos meses.
æpermil;sas son, también, las perspectivas del Instituto de Finanzas Internacionales, que agrupa a los principales bancos privados internacionales. Sus proyecciones apuntan una caída de la inversión directa extranjera este año en Brasil desde los 17.000 millones de dólares (18.020 millones de euros) de 2001 a 15.000 millones (15.900 millones de euros). Las causas: un descenso de las privatizaciones y la incertidumbre política que rodea a las elecciones presidenciales de octubre.
Y es que las encuestas refuerzan la posición del candidato del Partido de los Trabajadores, Luiz Inacio Lula da Silva, frente al candidato oficialista, José Serra, que pierde porcentaje de intención de voto según avanzan las semanas. Los últimos sondeos dan a Lula un 42% de la intención de voto, frente al 20% de Serra. En su comunicado, JP Morgan prevé que Serra 'tendrá dificultades para ganar espacio en las encuestas electorales en los próximos meses'.
Caída del real
En este contexto, el real sufrió ayer una fuerte caída frente al dólar, hasta las 2,57 unidades por billete verde, mínimos desde el pasado mes de noviembre, y el riesgo-país superó los 1.000 puntos básicos, al pasar de los 967 del viernes al cierre de ayer a 1.050 puntos. Estos factores complicarán las necesidades de financiación de Brasil en el mercado externo y dificultarán una rebaja de tipos (actualmente se encuentran en el 18,5%) por parte del Banco Central.
En la inestabilidad cambiaria ha influido, además, la reciente intervención del mayor fondo de pensiones de América Latina por parte del Gobierno brasileño. El lunes el equipo que preside Fernando Henrique Cardoso decretó la intervención de la Caja de Previsión de los Funcionarios del Banco do Brasil (Previ), por no ajustarse a la nueva legislación que reglamenta estas entidades.
El fondo de pensiones tiene una importante participación en empresas como el fabricante de aviones Embraer y en varias compañías telefónicas, con activos por 37.800 millones de reales (unos 16.030 millones de euros), lo que lo convierte en el mayor de América Latina y el número 77 del mundo en patrimonio. La prolongación de la crisis argentina no hará más que complicar esta situación. La subdirectora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Anne Krueger, reconoció que Brasil aún puede verse afectado por la crisis de su vecino.
Argentina espera la decisión del FMI
El Gobierno argentino seguía ayer a la espera de la decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto al envío de una misión al país para negociar las bases del acuerdo de ayuda financiera. Pese a haber cumplido las condiciones para iniciar las negociaciones, el organismo no ha emitido aún un comunicado oficial sobre la situación argentina.
La provincia de Santa Fe suscribió ayer el acuerdo de ajuste fiscal con el Gobierno y ésta es la última de las grandes provincias que faltaban por ratificar el compromiso.
Pero la noticia ayer en Buenos Aires era otra. El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, viajó ayer a Argentina para disculparse personalmente ante el mandatario Eduardo Duhalde por sus duras declaraciones del día anterior, en las que acusaba a los argentinos 'de ser una panda de ladrones del primero al último' y a Duhalde de carecer de 'peso político'. Entre lágrimas y ante las cámaras de televisión, Batlle pidió disculpas al pueblo argentino por su 'equivocación' y Duhalde dio por cerrado el episodio.