La UE aporta 2,1 millones al plan de las petroleras para eliminar CO2
Bajo el nombre de CCP (siglas en inglés para CO2 Capture Project), se fundó en 2000 el consorcio de ocho compañías energéticas (BP, Chevron Texaco, Eni, Norsk-Hydro, PanCanadian, Shell, Suncor Energy y Statoil), con el objetivo de unir sus esfuerzos de investigación para desarrollar nuevas tecnologías que permitan reducir el coste del proceso de segregar el dióxido de carbono (CO2) de otras partículas contaminantes procedentes de la combustión de energías fósiles, para después capturarlo y, por último, enterrarlo en almacenes geológicos terrestres.
De esta manera, será posible también contribuir al objetivo internacional de reducir las emisiones perniciosas de este gas a la atmósfera.
El proyecto de desarrollo de la tecnología se planeó a tres años vista y con un presupuesto inicial de 20 millones de dólares (en torno a 21 millones de euros). El proceso de segregación y captura del CO2 supone el 75% del coste.
Uno de los proyectos de CCP ha conseguido el apoyo de Dirección General de Investigación de la Unión Europea (UE), que aportará 2,1 millones de euros al desarrollo del programa Grace (Grangemouth Advanced Capture) para capturar el CO2, programa que se desarrolla en Escocia (Reino Unido). Este programa comenzó en enero pasado y se espera concluir para 2004, con un presupuesto de 3,2 millones de euros. La UE ya decidió en noviembre del año pasado -a través de la Dirección General de Energía y Transporte- apoyar las investigaciones del consorcio con una ayuda inicial de 460.000 euros.
No obstante, CCP ya ha conseguido fondos internacionales para sus investigaciones de 30 millones. Entre sus principales contribuyentes destaca el Departamento estadounidense de Energía y el Gobierno de Noruega. En este país se está desarrollado el ambicioso programa Klimatek. Un estudio reciente calcula el coste de instalación de la mejor tecnología disponible para el almacenamiento de dióxido de carbono en el mar del Norte, y de su utilización para reinyectar el gas bajo el fondo marino, en 40 euros por tonelada de gas.
La UE llevó a cabo en 1996 un estudio en el que calculó en más de 800.000 millones de toneladas la capacidad de almacenamiento subterráneo de CO2 en Europa.