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XVIII Premios CincoDías a la Innovación Empresarial
Tribuna
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Innovar para liderar

El desarrollo vertiginoso de la inteligencia artificial, las tensiones geopolíticas y la fragmentación de las cadenas de suministro han elevado la innovación a la categoría de pilar esencial para la resiliencia, autonomía y competitividad

La innovación ha sido motor de progreso a lo largo de la historia. Sin embargo, en el complejo contexto actual ha pasado de ser un factor de avance a una necesidad estratégica. El desarrollo vertiginoso de la inteligencia artificial, las tensiones geopolíticas y la fragmentación de las cadenas de suministro han elevado la innovación a la categoría de pilar esencial para la resiliencia, autonomía y competitividad. Este desafío se manifiesta a escala continental, nacional y empresarial, y exige respuestas audaces y coordinadas.

Como afirmó Steve Jobs, “la innovación distingue a los líderes de los seguidores”. La Unión Europea es consciente de ello y, en los últimos años, ha logrado mejorar su desempeño innovador gracias al impulso de políticas que buscan adaptarse a la era digital y a la transición verde. Sin embargo, el último European Innovation Scoreboard (EIS) muestra que la mejora se ha ralentizado entre 2024 y 2025 y que la brecha respecto a las potencias líderes mundiales persiste. Corea del Sur, Estados Unidos, Canadá, Australia y China superan a Europa. Aunque Europa mejora, lo hace a un ritmo más lento que sus principales competidores globales. Además, el panorama europeo es muy heterogéneo: solo cuatro países son líderes en innovación, con Suecia a la cabeza, mientras que la mayoría, incluida España, se encuadran como innovadores moderados.

España ha venido recortando distancias en innovación, con una mejora en el EIS durante cuatro años consecutivos, lo que le acerca poco a poco al nivel europeo. Actualmente ocupa el puesto 15º de los 27 en el ranking de la innovación de la Unión Europea. No obstante, esta mejora no ha impedido que Italia y Malta nos hayan adelantado, y que hayamos retrocedido una posición respecto al año anterior. El objetivo de entrar en el grupo de “innovadores fuertes” (por encima de la media de la UE) continúa siendo una asignatura pendiente: en la carrera hacia la innovación, el dilema no es solo correr, sino hacerlo más rápido que los competidores.

El perfil innovador de España presenta luces y sombras. Entre las fortalezas, destacan la digitalización (5ª posición), el impacto de la innovación en el empleo (7ª), el capital humano formado (8ª), la financiación pública y apoyo (9ª) y la sostenibilidad ambiental (10ª posición). Esto indica que contamos con una población cada vez más preparada, buenas infraestructuras digitales y políticas de apoyo que comienzan a dar frutos.

Sin embargo, persisten debilidades en aspectos clave como la implantación de tecnologías de la información (23ª posición), el número de empresas innovadoras (21ª), la colaboración entre empresas en I+D (19ª) o la inversión empresarial en innovación (18ª). Aunque la inversión en I+D ha venido creciendo y ya casi alcanza el 1,5% del PIB, impulsada en gran medida por los fondos NextGenEU, seguimos lejos del objetivo que marca la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación: invertir el 2,12% del PIB en 2027. Según Cotec, incluso manteniendo aumentos anuales excepcionales (~10%), no se alcanzará la meta sin reformas estructurales profundas.

Para las empresas, innovar ha pasado de ser un valor añadido a una cuestión de supervivencia. Las organizaciones que no se adapten corren el riesgo de perder relevancia, competitividad y capacidad para atraer talento. En este contexto, la inteligencia artificial adquiere un papel crucial. Según Cotec, solo el 8% de las empresas españolas utiliza actualmente IA y apenas un 6% adicional planea incorporarla a corto plazo, cifras muy bajas en comparación con otros países europeos. Las empresas que ya la emplean lo hacen sobre todo en áreas como atención al cliente, automatización de procesos y análisis de datos, pero queda mucho por explorar en innovación disruptiva.

En definitiva, la innovación es el hilo conductor que conecta la competitividad de las naciones, el progreso de la economía y el éxito empresarial. Europa la necesita para sostener su Estado de bienestar y liderar la transición ecológica y digital; España, para mejorar su productividad y converger con los líderes. Y, en cada empresa, la innovación es esencial para aportar valor añadido y diferenciarse. En el mundo vertiginoso de hoy, dejar de innovar equivale a quedar rezagado. Por eso, promover la innovación es indispensable para asegurar un futuro próspero y sostenible.

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