El pacto con la banca salva a Fiat de una grave degradación crediticia
El nuevo plan financiero alcanzado entre Fiat y sus acreedores ha salvado a la automovilística italiana de una degradación de sus calificaciones de calidad crediticia que habría implicado graves consecuencias. El acuerdo supone además un respiro para la cuestionada dirección del grupo, respaldada ayer públicamente por el presidente, Paolo Fresco.
El acuerdo significa la inyección de 3.000 millones de euros, que se destinarán a recortar la deuda y se convertirán en capital si Fiat incumple sus objetivos. El pacto servirá para evitar que la deuda del grupo caiga a la calificación de basura, según declaró Rainer Masera, presidente de Sanpaolo-IMI, uno de los tres bancos participantes.
La calificación de deuda basura, o muy especulativa, a que se exponía Fiat es una categoría de la que huye la mayoría de inversores. Standard & Poor's, que sitúa a Fiat un peldaño por encima de basura, anunció que estudiaba una revisión a la baja. También Fisch y Moody's, que coloca a Fiat dos peldaños por encima de esa calificación de alto riesgo, habían puesto en observación el rating.
Ayer las agencias de calificación de riesgos señalaron que la calificación de Fiat seguía bajo revisión, pero el acuerdo influiría positivamente en ese proceso.
'æpermil;ste es un acuerdo que permite a Fiat concentrar su estrategia industrial y mantener la calificación crediticia del grupo', explicó el presidente de Sanpaolo. 'Espero que el acuerdo se extienda a otros bancos italianos y extranjeros', añadió.
Las acciones de Fiat subieron en Bolsa un 3,3% tras conocerse el plan de financiación. 'No cabe duda de que el mercado acogió el plan con beneplácito y parece que ya ha pasado lo peor', opinó Riccardo Cavallero, gestor de Gestnord Intermediazione.
Apoyo a la dirección
El presidente de Fiat, Paolo Fresco, aseguró que no habrá cambios en una dirección que trabaja 'con decisión y lealtad' en un momento de serias dificultades. Fresco destacó la labor realizada por el consejero delegado, Paolo Cantarella, y todo el equipo directivo para la definición del nuevo plan industrial, que permitirá al grupo 'volver al camino de un crecimiento sólido y duradero'.
'No nos dejamos influir por los rumores y conjeturas sobre el futuro del grupo', añadió en respuesta a la información publicada por el diario Financial Times en el que se asegura que los inversores y los bancos acreedores de Fiat están preparando una 'despiadada' reorganización de la cúpula dirigente, como un requisito indispensable para salvar a la sociedad.