La llegada de Martín Marín a Admira refuerza a Buruaga
La influencia de Pedro Antonio Martín Marín, aun antes de ser nombrado formalmente presidente de Admira, comienza a notarse en la filial de medios de Telefónica. Ernesto Sáenz de Buruaga, recién designado consejero delegado de Antena 3, ha realizado algunas modificaciones de última hora en el organigrama que refuerzan de forma significativa su posición al frente de la cadena.
La más importante de ellas ha consistido en otorgar los máximos poderes ejecutivos a su más estrecho colaborador, Rafael Ortega, del que dependerá el resto de los principales directivos de la cadena. Ortega ha realizado toda su carrera al lado de Buruaga y ya fue su mano derecha en los diferentes cometidos que el actual consejero delegado de Antena 3 ha desempeñado, tanto en Radiotelevisión Española, como en la cadena privada.
Buruaga, tras acceder hace un mes a su actual cargo, pretendió que Rafael Ortega le sustituyera en el puesto de director de informativos de Antena 3. La oposición al nombramiento por parte de las distintas fuerzas que han intervenido en la reciente crisis de dirección de la cadena (aduciendo 'falta de imagen') dejaron a Ortega fuera de las quinielas.
Sólo a última hora Ernesto Sáenz de Buruaga pudo introducir a su colaborador entre los miembros de su equipo de confianza y, además, con un cargo que nunca había existido en Antena 3.
La llegada de Pedro Antonio Martín Marín a la presidencia de Admira ha supuesto un reforzamiento de Sáenz de Buruaga en la dirección de la cadena y, por el contrario, supone un debilitamiento de la influencia como asesores del anterior portavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez y del antiguo directivo de RTVE José Sánchez Gallo.
Por otra parte, la emisora de televisión sigue con una cierta preocupación la baja cuota de antena que han conseguido sus primeros programas especiales sobre el Mundial de Fútbol que se celebrará en Japón y Corea.